Este inquietante acercamiento a la víctima puede manifestarse en forma de llamadas telefónicas, cartas, mensajes, correos electrónicos, regalos e incluso incomodando en lugares públicos o en el lugar de trabajo.
Las primeras definiciones se refieren a un síndrome conocido como Síndrome del Acoso Apremiante. Las personas que lo sufren, hombres y mujeres por igual, tienden a perseguir obsesivamente a otra persona. A pesar del rechazo del perseguido, el acosador (llamado stalker en inglés) continuará enfocando su atención en la víctima y no se rendirá fácilmente en su intento de perseguir y acosar.
El término proviene de la caza. El verbo stalk significa acercarse sigilosamente a una presa tratando de permanecer oculto. Este inquietante acercamiento a la víctima puede manifestarse en forma de llamadas telefónicas, cartas, mensajes, correos electrónicos, regalos e incluso incomodando en lugares públicos o en el lugar de trabajo. En casos más graves, la víctima puede recibir amenazas o ser víctima de actos violentos.
Los stalkers no pasan por alto las nuevas tecnologías y también pueden hackear las cuentas de correo electrónico o redes sociales de su víctima. En estos casos se les llama cyberstalking.
Características del Stalking
Villacampa Estiarte (2009) destaca las características más distintivas del stalking:
- Conducta repetitiva e intencional: Los actos de acoso deben repetirse en el tiempo. Villacampa explica que esto se debe a que "los actos de acoso, considerados individualmente, no suelen ser suficientemente graves como para justificar una respuesta de las autoridades". ¿Pero qué cantidad de actos podrían considerarse acoso? Pathé y Mullen (2000) establecen que debe haber al menos diez comunicaciones no deseadas en un lapso de al menos cuatro semanas.
- Persecución obsesiva: Buscan estar cerca físicamente, de forma visual, directa o indirecta. Las conductas de acoso pueden incluir llamadas telefónicas, correos electrónicos, regalos, cartas, seguir a la víctima o rondar su hogar. También pueden incluir conductas irrelevantes o incluso socialmente aceptables si se consideran de forma aislada o son apreciadas por el destinatario. Entre las conductas más graves que pueden constituir delito se encuentran las amenazas, el robo de pertenencias, difamaciones o acusaciones falsas, la publicación de imágenes íntimas de la víctima, así como agresiones o retenciones de la misma.
- Dirigida a una persona específica: El acoso debe estar dirigido a una persona en concreto.
- No deseado: La conducta de acoso no es deseada por la víctima, es una intrusión no consentida en su espacio vital.
- Genera temor o es susceptible de provocar miedo racional: La conducta debe ser percibida como amenazante o intimidatoria, causando malestar y miedo que afecte negativamente la vida normal de la víctima. Gómez Rivero señala que "es el seguimiento de la víctima lo que genera inquietud ante un posible ataque por parte del acosador, sin saber qué tipo de ataque o de qué es capaz. Podría tratarse de un ataque a su propiedad, a su integridad física, a su vida o a su libertad sexual. La incertidumbre acerca del qué, cómo y cuándo es lo que afecta más al desarrollo de la vida de la víctima".
Consecuencias del stalking en la persona acosada
No es sorprendente que la persona que sufre este acoso continuo experimente ansiedad, inseguridad y miedo, además de un constante temor por su integridad física y sentimientos de ser perseguida y desestabilizada. Por estas razones, a menudo se ven obligadas a cambiar sus hábitos diarios, su número de teléfono y, en ocasiones, incluso su trabajo y domicilio.
En general, cualquier persona puede ser víctima de stalking. El acoso puede ocurrir entre dos personas que hayan tenido una relación, pero también entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo o incluso entre extraños. Por lo tanto, el grado de intimidad con la víctima no es un factor distintivo. Las consecuencias para la víctima pueden ser muchas, desde ansiedad, estrés, inseguridad y miedo. Además, experimentan una sensación constante de opresión debido al miedo y temor por su integridad física y a los sentimientos de persecución.
Esto puede llevar a la víctima a verse obligada a cambiar su estilo de vida. Es decir, cambiar la ruta al trabajo, cambiar de número de teléfono e incluso, en casos más extremos y graves, cambiar de domicilio.
Perfil psicológico del acosador
Cualquier persona puede verse afectada y ser víctima de este tipo de acoso. Sería lógico pensar que estas conductas solo ocurren entre personas que han mantenido una relación sentimental previamente, pero la realidad es que también pueden ocurrir entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo o incluso con desconocidos. Por lo tanto, aparentemente no es necesario que haya existido una intimidad previa entre la víctima y el acosador.
La psicología intenta dar explicaciones sobre las causas que motivan la conducta de los acosadores. Algunos autores afirman que detrás de sus acciones hay sentimientos de enojo, hostilidad, obsesión, sentimientos de culpa, celos y malicia. Estos sentimientos han llevado a realizar una clasificación según el sentimiento predominante en cada acosador.
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