A ninguna persona le gusta ser portadora de malas noticias, pero es una situación imposible de evitar, en algún momento de la vida nos puede tocar dar alguna mala noticia, un suceso triste, de ruptura, un despido, etc.
Existen profesionales que deben manejar cotidianamente el tema de dar malas noticias, como por ejemplo, los profesionales de la salud al dar un diagnóstico no favorable a un paciente y sus familiares. ¿Hay alguna forma más adecuada para dar una mala noticias?, ¿Qué consejos podemos tomar en cuenta para dar malas noticias?
Según los expertos en comunicación, lo primero a tener en consideración es ponerse en el lugar de la persona que va a recibir la mala noticia, así poder entender lo que sentirá con esta noticia. Es importante entender que cuando se comunica algo difícil o complejo sin darnos cuenta llevamos a la persona a un viaje, un viaje que no esperaba realizar, al que le temerá, y que en un principio le será imposible de creer. “Este viaje puede ser visualizado como algo terrible desde el principio o como algo superable. La diferencia de que se vea de una forma u otra está en tí, está en cómo te prepares y en cómo lo comuniques”.
Este consejo es básico y primordial, ya que podría no ser la persona indicada para informar una mala noticia. Debemos recordar actuar con calidad, ya que podría ser Usted el que esté recibiendo la mala noticia.
Con este consejo no se quiere decir que puedas planificar la mejor forma de dar una mala noticia, lo que sí está muy bien es que tengas en cuenta una breve planificación previa en caso de ciertos comportamientos y reacciones desfavorables. Debes estar preparado en ver reacciones de enfado, rabia, frustración, desesperanza, etc, recuerda ninguna de estas reacciones son a modo personal.
Si nos toca la tarea de dar a conocer una mala noticia, es bueno mantener presente cuantas más variables posibles existen. Por eso, es necesario reflexionar brevemente sobre los sentimientos que pueda generar en nosotros. De esta forma, se logra obtener control sobre el acontecimiento, pudiendo así, entender mejor los pensamientos y actitudes que rodean esta noticia perturbadora. Si nos vemos muy afectados emocionalmente por los hechos que rodean una mala noticia, debemos plantearnos si somos realmente la persona correcta para darla.
Es importante manejar un buen contexto con el que se vaya a dar una mala noticia, no debes tener distracciones y estar muy calmado en todo momento. De este modo, la información se dará fluida y no tendrá factores externos que causen estrés. Debe elegir, de preferencia, un lugar cercano donde dirigir a la persona que recibirá la mala noticia, en este punto la persona tendrá ya una idea de que algo malo sucede y que no le gustará la información que va a recibir.
Cuando des la mala noticia, es primordial que la otra persona te preste toda su atención, que vaya comprendiendo que deberá apartar de él toda actividad que esté realizando en ese momento. Por esto, debes elegir el momento ideal, en el que la persona no esté muy estresada ni tampoco exaltada por cualquier otra circunstancia, esto podría hacer que una mala noticia tenga un impacto mayor a nivel emocional, y que esta experiencia se convierta en una aún más desagradable.
Si no le es posible elegir el momento ideal a corto plazo para informar a otra persona de una mala noticia, deja claro desde un comienzo que debes decir algo importante.
Al estar sentados permite que la mayor parte del cuerpo esté relajado, esto permite prestar atención con mayor facilidad, por otra parte, ayudará a disminuir parte de su tensión ante una mala noticia. Si adoptamos una postura relajada es muy posible que la otra persona tienda a imitarla sin darse cuenta, por lo que se sentirá más relajado.
Este consejo es más importante cuanto peor es la noticia que se quiere dar. Sentarse hace que gran parte del cuerpo se relaje, lo cual a su vez hace que sea más fácil prestar atención y, por otro lado, puede ayudar a eliminar parte de la tensión antes y durante la entrega de la noticia. Mientras una persona se encuentre sentada disminuirá el riesgo de caer al suelo, si se llega a desmayar o llega a perder la noción o las fuerzas debido a escuchar una mala noticia.
Es fundamental que comience hablando sobre la información que se debe dar, sin rodeos, si se le da mucha larga enrarece el ambiente y se tornará incoherente con todo lo que has hecho antes (buena intención con la que va enfocada expresar acciones que expresarán la importancia de ese momento). Sin embargo, siempre es recomendable que transcurran unos segundos, entre que comience a hablar y el instante en el que se menciona la peor parte de la noticia. No es opción resumir una mala noticia en una sola frase.
Ya has logrado mencionar lo más importante, ahora podrás dar los detalles restantes, esto solo si la otra persona está en disposición de escuchar más información.
Estando cerca de la persona al momento de comunicar una mala noticia, se sentirá confortable y estarás con mejor disposición de ayudarle, en caso de requerir. Debes procurar que no hayan objetos de gran altura que los separe, ni muebles, lámparas, etc, siempre deben mantener sus ojos a la misma altura, que no queden en desniveles. Ahora bien, mantener cercanía no siempre va a significar que debe tocar a la persona antes de darle la noticia, si no es una persona muy cercana a ti esto podría causarle cierto estrés y no pueda concentrarse en la información que va a escuchar. Puedes tocarle la mano, tocarle el hombro o incluso abrazarlo, si esta persona es muy cercana a tí, así la confortaras.
Lo que vas a decir es importante, lo mejor es no improvisar un punto de vista. Dar una mala noticia implica darle a conocer a otra persona una información de una situación relevante la cual deberá asimilar a su forma de ser.
La actitud con la que comunicas una mala noticia es importante. Debes mostrar atención, calidez y hacerle ver y entender que estas ahí para ayudarle en el proceso de aceptación y entendimiento. Una vez que has dicho lo primordial, podrías ofrecerle a la persona tu punto de vista, siempre ofreciendole un mensaje esperanzador. ¨La sinceridad y la transparencia son fundamentales¨.
Debemos recordar en todo momento, estar prevenidos a reacciones de todo tipo ante la información brindada; tristeza, rabia, enojo, etc, aunque haya tenido mucha consideración con las palabras dichas, es posible que la respuesta sea de agresión, molestia o enfado. Por lo que al dar una mala noticia, debemos recurrir siempre a la sensibilidad y no tomarse las reacciones a modo personal.
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