El duelo de la no maternidad por circunstancias

En la vida pasamos por muchos momentos de duelo o pérdidas; pero, el deseo de traer un bebé al mundo y no poder hacerlo, puede desencadenar una gran problemática personal y con todo el entorno personal. Existen muchos métodos de concepción como, por ejemplo: fecundación In vitro, Vientre en alquiler, donación de óvulos y por supuesto, embriones congelados. Cada día la ciencia ofrece los más modernos métodos para concebir; sin embargo, muchas mujeres no logran su objetivo de ser madres; pese a todos sus esfuerzos. Esto las convierte a ellas y a sus seres queridos, en relojes de espera durante años. Se dedican a esperar la concepción, invirtiendo grandes sumas de dinero, en virtud de que estos tratamientos son costosos.

Esto conlleva a la paralización de muchos proyectos de vida, porque la prioridad es la concepción de un bebé, cuya base firme es la esperanza.  Cuando no tiene éxito con un tratamiento, inicia otro y así sucesivamente, se va desgastando emocional y físicamente por la sensación de fracaso, frustración y desasosiego. Es una gran prueba de vida, cuya esperanza termina cuando nos llega la menopausia, con el fin de nuestro ciclo reproductivo. Solo allí, caemos en cuenta de todo el tiempo que estuvimos luchando contra un enemigo invisible, que deja con un gran dolor, por lo que no pudo ser, por lo que tanto se anheló y se quiso, desde lo más profundo de nuestro ser y no llegó.

Ante toda esta pérdida de esperanza, nos queda soltar y dejar fluir los apegos, para encontrar nuevas oportunidades de vida y de cambio. Ser madre no necesariamente pasa por concebir, podemos ser madres adoptando a un niño. Pero también podemos elegir, no serlo y disfrutar, ser auténticas dueñas de nuestra evolución y de nuestro cuerpo. Sin el temor de ser señaladas, por aceptar su realidad.

La covid hizo que el mundo entero cambiara la concepción, sobre la vida humana y los diversos factores para ser feliz. De allí que existe un gran número de mujeres, que, ante tal amenaza, consideraron no traer hijos al mundo.  Existen publicaciones, que confirman un alto porcentaje de mujeres más felices y que no tuvieron hijos, en contraste con las que son madres y tienen pareja.

Se han creado grupos de apoyo, para darle orientación y ayuda psicológica, a aquellas mujeres que no pudieron tener hijos. El impacto de no tener hijos, genera para algunas mujeres, el no poder completar su proyecto de realización, que consiste en realizarse como: Profesional, como Esposa y finalmente como Madre.

Son pocos los estudios en relación con la cantidad de mujeres que no pueden concebir por razones médicas y las que no conciben hijos por decisión propia. En el caso de los hombres, estos estudios son casi nulos, pese a que los hombres también sufren, por no ver realizado su deseo de ser padres.

Ante toda esta triste realidad, se hace necesario que los especialistas en fecundación, sean más realistas, objetivos y sinceros con sus pacientes en relación con el diagnóstico, según sea el caso de fecundación artificial. Aquí cuenta mucho la opinión del especialista, porque le evita al paciente expectativas positivas; cuando la realidad es negativa.

La sociedad, también es cruel e indiscreta con este tipo de situaciones. Sobre todo, en las reuniones sociales, se acorrala muchos a las parejas, que, con varios años de casados, han experimentado pérdidas o que aún no han tenido bebés.

Lo que nunca debes decirle a una persona que no puede tener hijos

Las fiestas infantiles y las celebraciones familiares, son eventos en los que se disfruta mucho por la inocente presencia y la algarabía de los niños. Es muy probable que en estas reuniones asistan mujeres y parejas, que no han podido concebir o que lamentablemente han experimentado una terrible pérdida.

Desafortunadamente, la ingesta de licor, produce un relajamiento que, en algunos casos, lleva a cualquiera de los invitados a hacer comentarios indiscretos y fuera de lugar, como, por ejemplo: Se quedó para vestir santos porque no tuvo hijos, Como Dios no le dio hijos, el diablo le dio sobrinos, Como tú no tienes hijos te llevo los míos para que me ayudes a cuidarlos, A falta de hijos perros y gatos. Las mujeres sin hijos a menudo son vistas, como una especie rara o extraña, porque da la sensación de estar incompleta.

Con todo lo anterior, cada mujer y cada hombre que no hayan tenido la dicha de ser padres; les toca continuar viviendo y seguir adelante, con sus debilidades y fortalezas; pero nunca detenerse porque la vida merece ser disfrutada.