En este artículo explicaremos el motivo por el cual el tiempo compartido en familia, especialmente durante las horas de comida, es esencial para lograr fomentar el lenguaje y su influencia en la estabilidad psicológica.
La familia es sin duda el pilar más cercano en nuestras relaciones tempranas y se convierte en nuestra primera fuente de interacciones sociales. En este artículo explicaremos el motivo por el cual el tiempo compartido en familia, especialmente durante las horas de comida, es esencial para lograr fomentar el lenguaje y su influencia en la estabilidad psicológica.
¿Tienen importancia los buenos modales en la mesa?
Los valores presentes en la mesa nos ayudan a facilitar la relación con los demás; más allá de dejar una buena impresión, promueven la interacción social y el respeto mutuo. Es importante tener en cuenta que no se trata solo de una cuestión de etiqueta, sino de mejorar la forma en la que nos desenvolvemos con otros.Y también resulta tener un peso como ley a la hora de no perder las costumbres saludables y dejar los distractores de lado.
¿El lugar influye?
Es indispensable considerar el clima de las interacciones y experiencias durante las horas de comida. La forma en que uno se relaciona con la familia y el lugar específico de la cena son aspectos cruciales. Lo recomendable es que sea en un ambiente propicio para la sana convivencia, como el comedor, o en un espacio libre de distractores alternos. Esto incluye evitar el uso de las redes sociales, el entretenimiento, la televisión o cualquier otro distractor adicional que pueda interferir con la calidad del tiempo compartido.
Interacciones en la mesa
Claramente, aunque no nos fijemos en ello, las tres comidas del día son una fuente de nutrición no solo alimentaria, sino también social. Al comer constantemente alrededor de la mesa, ya sea con un grupo numeroso o pequeño, fomentamos la adquisición de interacciones sociales y bienestar cognitivo. Es importante resaltar que es la actividad más común entre los núcleos familiares y grupos sociales.
Pero, te estarás preguntando: ¿Cómo influye positivamente en el día a día?
Optimiza el lenguaje
Las comidas compartidas en familia o en grupo nos brindan la ocasión perfecta para dialogar acerca de temas de interés general o que son particularmente significativos para los allí presentes. Al intercambiar ideas, no solo enriquecemos el acto de conversar, sino que también contribuimos positivamente a fomentar el uso de los músculos faciales beneficiando la fluidez verbal y por otro la memoria. La discusión de diversos temas nos permite expresar nuestras opiniones y compartir experiencias desde el punto de vista de cada persona.
Disminuye la carga de problemas emocionales
Esta compañía se convierte en un escenario clave para el diálogo entre los miembros presentes. Generalmente, este entorno promueve que los niños se involucren menos con conductas riesgosas y contribuye en una disminución de los problemas emocionales. La discusión abierta y respetuosa de diversos temas nos permite expresar nuestra opinión y compartir experiencias, enriqueciendo la perspectiva de cada uno. Además, el desahogo de la carga rutinaria puede aliviarse con una charla motivacional, o bien, enfrentando los problemas y buscando soluciones conjuntas con el apoyo y comprensión de los que te rodean.
Mejora la autoestima
Compartir alimentos es un acto de unión que simboliza cuidado y amor, a través del cual podemos crear recuerdos y tradiciones, fortaleciendo el vínculo. Se convierte en un lugar seguro para dialogar, resolver conflictos y ser expresivos en cuanto a emociones se refiere, así como para desarrollar la confianza en uno mismo. Al ser un entorno de apoyo y vital para la comunicación saludable, aumenta la autoconfianza y nos permite desahogarnos de nuestro día a día.
En conclusión, se destaca la importancia de las comidas compartidas como momentos cruciales para el desarrollo social y emocional. Estos encuentros nos benefician de manera positiva, no sólo cognitivamente, sino también en todos los demás aspectos. La fortaleza de los lazos familiares y sociales promueve un ambiente de apoyo mutuo, asegurando que cada miembro se sienta escuchado y valorado. Así, la mesa deja de ser un objeto sólido para convertirse en un símbolo de unidad y en el pilar para la construcción de vínculos sólidos y saludables.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: