Muchas mujeres aseguran que luego, de un embarazo, han notado que comienzan a olvidarse de algunas cosas y que también sienten una sensibilidad mayor a sus emociones. Estas alteraciones se presentan porque la mujer se concentra en una sola cosa, su bebe.
Es por esto que se les presenta la situación de experimentar una mayor concentración en algunas cosas y descuidar otras. de los cambios más importantes que experimenta una mujer en su embarazo con su cerebro se pueden mencionar:
Este es considerado el cambio de mayor relevancia en el cerebro durante el embarazo y es el que sufre su materia gris. se conoce como “poda neural”, esta parte se reduce o decrece; este proceso logra que exista una mayor sensibilidad al sufrimiento. Puede ser, que esta situación dé paso a que la mujer mejore sus funciones sensoriales para afrontar la difícil tarea de cuidar un bebé.
Los especialistas le suelen atribuir estos cambios, a la habilidad que desarrolla una mujer antes de convertirse en madre, y de entender lo que sienten otras personas. Sienten una gran empatía, sobre todo hacia otros niños, por lo que se entiende que sean las madres las que logran detectar las necesidades de los niños.
Un cambio que experimenta el cerebro durante el embarazo se detecta en el “área preóptica medial del hipotálamo”. Como consecuencia de esta condición, se ve reflejado un incremento del tamaño de las neuronas, lo que hace a la mujer más activa y sensible. Esto presenta como consecuencias la agudización de los sentidos como el gusto y el olfato. Las mujeres que recién han dado a luz o que están embarazadas, tienen un olfato agudo y una buena detección de los sabores, muchos de estos llegan a parecerle repugnantes.
Durante el embarazo se pueden generar cambios en el cerebro, y entre estos está la falta de memoria. Otra consecuencia es la sensación de bienestar y la intensificación de estímulos frente a los opiáceos. La presencia de esta sensibilidad, hace que la madre esté enamorada de su bebé con solo saber de su existencia en su vientre, estímulo que se intensifica al nacer el bebé.
El cerebro, durante el embarazo, estará sometido a la presencia de sustancias de la lactancia y la gestación, así como estará sometido a cambios hormonales. Otra consecuencia es que disminuye la amígdala cerebral, la cual es responsable del medio y las decisiones tomadas frente a este estímulo. Las madres suelen desarrollar un cerebro con menos sentimiento de miedo. Esta capacidad le es de utilidad para actuar de distintas maneras para preservar la vida de su pequeño bebé.
Esta causa es consecuencia del olvido y despiste de las mujeres embarazadas, se presenta por el aumento del aprendizaje y de la memoria espacial. Aunque estos cambios comienzan con el embarazo, aumentan llegado el día del parto, el cerebro se ha adaptado a vigilar al nuevo miembro de la familia. Es aquí cuando se hace necesario aprender a cuidar al bebé y ejecutar otras actividades de una manera rápida.
Durante el embarazo, el cerebro reacciona a las diferentes hormonas a las que se encuentra vulnerable. Estas son principalmente prolactina y oxitocina, de una manera sorprendente, ambas ejecutan transformaciones que se mantienen durante los primeros meses posparto.
También existen unas estructuras que se mantienen con el paso de los años, estos cambios positivos le permiten a la madre echar a un lado sus horas de sueño durante el primer año de vida de su bebé, así como hacer el gran esfuerzo de entender el lenguaje no verbal, que es característico de los bebés.
En resumen, durante el embarazo, el cerebro está sometido a diferentes cambios que llevan a una mujer a pasar por una maternidad feliz. Las alteraciones que va sintiendo, son sin ninguna duda necesarias y forman parte de la belleza de experimentar el ser mamá, así pues, si llega a sentir preocupación de lo que sentirá por su hijo, debe estar tranquila y confiar que su mente ya se está preparando.
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