La comunicación es un proceso fundamental en las relaciones, se intercambian mensajes entre un emisor y un receptor, así mismo, se emplean diferentes estilos que pueden afectar la forma en la que se trasmite ese mensaje y la forma en la que se recibe la información.
Una persona con escasas habilidades para comunicar puede presentar dificultades en la expresión de sus opiniones e ideas, problemas en socializarse o integrarse que pueden desencadenar en el aislamiento o la frustración. Por otro lado, buenas habilidades de comunicación permiten expresar de manera clara lo que se necesita y de la misma manera escuchar a los otros y captar los mensajes de manera correcta. Implica iniciar y mantener una comunicación basada en el entendimiento, entrar en contacto con los propios sentimientos y entender a los demás.
Existen tres estilos de comunicación:
Este estilo de comunicación implica inhibir pensamientos, sentimientos, evitar enfrentarse a un problema o los conflictos, por temor o no saber qué decir en esa situación. A corto plazo genera tranquilidad, pero a largo plazo suele incrementar el malestar. Quienes utilizan este tipo de comunicación suelen desvalorizar sus sentimientos, sentir falta de confianza e inseguridad. Adicional presentar, sentimientos de culpa, ansiedad, depresión y baja autoestima.
Este estilo de comunicación se caracteriza por expresar de forma hostil los sentimientos, pensamientos e ideas, sin importar la postura del otro. Se ve de manera más clara que la dinámica de poder se inclina hacia la persona que emplea este estilo de comunicación, dejando a la otra parte en una situación de minimización. Por lo general, la persona no intenta comunicar con el otro, solo intenta imponer su punto de vista. A largo plazo puede interferir en que los demás se alejen, en relaciones poco duraderas o insatisfactorias, sentimientos de culpa, tensión, etc.
En este estilo de comunicación se expresan de manera clara, pero respetuosa, las ideas, sentimientos, pensamientos y necesidades, invitando al otro a participar de la conversación y respetando el punto de vista. Es una comunicación clara y sin manipulación.
Este estilo de comunicación permite fortalecer las relaciones interpersonales, ya que se hablan las cosas de manera directa y se invita a la negociación, también incrementa la empatía. Las personas con comunicación asertiva tienden a tener niveles de autoestima más altos y niveles de estrés o ansiedad más bajos, así mismo, la resolución de conflictos se vuelve un proceso más sencillo de abordar.
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