En la actualidad, gracias a las redes sociales se vive una época donde mostrar hasta las cosas o detalles más íntimos de tu vida ante el mundo es una tarea normal y necesaria. Dar a conocer todo lo que haces, piensas, padeces o experimentas se muestra de manera desmedida con la finalidad de estar presente y darte a conocer en ese mundo que consideran el más real.
La realidad es que la intimidad de las personas se vuelve una noticia pública y lo peor es que otras personas se dedican a observar, revisar, opinar y juzgar acerca de la vida de los demás en las redes.
Se está haciendo una práctica común y fácil publicar cualquier pensamiento que pase por nuestra mente, lo que comemos, lo que escuchamos, lo que hacemos, cómo nos sentimos. La tecnología ha creado observadores inofensivos y maliciosos y exhibicionistas discretos e indiscretos.
Entonces aparece la extimidad que no es más que hacer público aquel acto, acontecimiento o pensamiento que es privado, para darle sentido en el mundo exterior y digital y tener esa sensación de existencia.
Sin embargo, es un hecho real que cada persona es libre de publicar en las redes sociales lo que desee sea auténtico o no. En general, las personas escogen lo mejor para publicar en las redes y la verdad es que muchas veces no somos lo que publicamos para que la gente vea, por ello no hay una autenticidad y sinceridad en lo que se quiere mostrar.
A la gran mayoría les gusta observar o mirar la vida de los demás con el propósito de emocionarse, admirar, aprender, conocer, descubrir y algunas veces hasta envidiar a esa persona. Una herramienta muy utilizada por instagramer, gurús, grandes cadenas de tiendas y marcas es captar seguidores mostrando una pequeña parte de sus intimidades el cual, genera que nos identifiquemos con ellos y se establezca mucha empatía.
Lo peor de todo es que el punto límite entre lo público y lo privado o íntimo se están mezclando excesivamente y comienzan aparecer riesgos graves para nuestra vida. Por ello, es necesario determinar hasta qué punto es importante o necesario publicar nuestras intimidades en las redes para nuestro beneficio o perjuicio.
< Siguiente
Relaciones familiares tóxicasSuscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir