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Se considera un ambiente familiar tóxico cuando las características de las relaciones y comunicación que se desarrollan en ese núcleo impiden el desarrollo adecuado y sano de sus miembros. Es decir, una familia es tóxica cuando no enseña e inculca los valores, procedimientos para establecer relaciones afectivas sanas con su entorno, normas y dinámicas de comportamiento que en definitiva afectan el desarrollo psicológico emocional y social de sus integrantes.
Una de las características de las familias tóxicas es que sus patrones de comportamiento son muy dañinos y no hay ningún respeto a la individualidad de las personas que componen el grupo familiar.
Generalmente, en este tipo de familias los hijos son el objetivo para ataques psicológicos y físicos que afectan de manera importante el desarrollo saludable de un ambiente estable y afectivo para todos, pues la mayoría de las actitudes existentes son destructivas.
En estos casos no existe el respeto del espacio de cada miembro de la familia. Esto puede generar una unión por obligación que desencadena en el camino necesidad de aprobación, además de miembros de la familia con comportamientos extremos de agresión o de sobreprotección que desencadenan un desarrollo afectivo y social muy poco saludable.
Esta sobreprotección puede ocasionar un gran daño emocional y a la independencia. El hecho de salvar a nuestros familiares o seres queridos de cualquier situación negativa le impide la oportunidad de crecer y desarrollar sus propias habilidades para resolver problemas, fomentando el sentimiento de inutilidad, dependencia extrema.
Por otro lado, puede presentarse la situación opuesta que es el descuido en la crianza y el contacto emocional lo que fomenta el sentimiento de abandono que persiste hasta la vida adulta.
Frecuentemente, aun cuando las personas crecen, mantienen esa necesidad de pertenencia en el grupo familiar, por ello llevan estos problemas a su vida adulta presentando problemas del tipo psicológico y emocional por la imposibilidad de resolver cualquier conflicto o su incapacidad de ser un ser autosuficiente.
En algunos casos todo un grupo familiar puede asistir a la consulta con el especialista en psicología para enfrentar a un solo miembro del núcleo familiar que tiene un comportamiento tóxico, enfermo y problemático en el entorno. Este personaje generalmente, se quiere encargar de indicar que es lo que está bien y que no para la familia.
Para detener las actitudes tóxicas dentro de un grupo familiar se pueden aplicar las siguientes recomendaciones:
Tener en cuenta que la influencia y huella de la familia sobre una persona tiene mucha fuerza tanto en lo negativo como en lo positivo.
Todas las enseñanzas de la familia no determinan la adaptación o salud mental y asertividad de sus miembros.
Uno de los ambientes donde más débiles somos es con nuestra propia familia, pues es aquí donde obtenemos la mayor protección o donde quedamos más indefensos ante situaciones negativas. Es por ello que lo más recomendable es buscar ayuda psicológica cuando un miembro se encuentre confundido para recibir orientación acerca de los parámetros más acertados y correctos ante esta situaciones.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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