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Un hombre acude a la consulta del otorrino.
-¿Cuál es el problema de su esposa? – dice el médico.
- Sordera – responde el marido – no escucha casi nada.
- Para facilitar el diagnostico, antes de traerla a consulta, usted mismo le va a realizar un test. A una cierta distancia, hable en tono normal, hasta que compruebe la distancia en que ella puede escucharlo y cuando vengan juntos me dice la distancia a la que estaban cuando ella le escuchó.
Por la noche, mientras la mujer prepara la cena, el marido decide hacer el test. Midió la distancia a la que estaba en relación a su esposa que eran aproximadamente 15 metros y dijo – María ¿Qué hay para cenar? No oyó nada.
Se acercó a 10 metros
– María ¿Qué hay para cenar? Nada
Se acercó a 5 metros
– María ¿Qué hay para cenar? No había respuesta.
Por último, se apoya en la espalda de la mujer y le pregunta de nuevo.
– María ¿Qué hay para cenar?
Ella responde –Pollo, mi vida, es la cuarta vez que te lo digo.
Y es que a veces lo que creemos que es un problema ajeno, es tan solo nuestro y no nos damos cuenta hasta que alguien fuera de nuestro entorno nos lo hace ver. Una de las funciones de los psicólogos de Psonríe es ayudarte a identificar qué cosas pueden estar interfiriendo en tu vida y que dependen de ti para luego encontrar las formas de solucionarlas. No esperes más para cambiar tu vida.
Queremos ayudarte a conseguir una mejor versión de ti. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
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