La incertidumbre

¿Cuántas veces te has sentido inseguro/a? ¿Cuántas veces la desconfianza te ha ganado la batalla? ¿Cuántas veces lo desconocido te ha bloqueado? ¿Cuántas veces has esperado recibir una señal para dar el paso que necesitabas?

La mayoría de las veces, la incertidumbre está asociada a lo desconocido.

No saber qué nos depara el futuro nos genera cierta inquietud. Y esa falta de control sobre lo que va a suceder es lo que, en muchas ocasiones, nos hace sentir inseguros. El estrés y la ansiedad que aparecen cuando no sabemos qué es lo que va a ocurrir a continuación es lo que tiende a bloquearnos.

Necesitar una respuesta o algo de información acerca de lo que va a pasar no nos aporta tampoco la tranquilidad que necesitamos. Cuando no encontramos esa señal que nos ofrece la seguridad que necesitamos para dar el paso, nuestra cabeza es la encargada de elaborar una historia sobre lo que ocurrirá. Y no es casualidad que la conclusión que obtenemos no nos haga creer en nosotros ni nos aporte confianza que necesitamos.

Saber cuáles son nuestras metas y determinar nuestros objetivos puede ayudarnos a encontrar la calma y el equilibrio que necesitamos.

El miedo que sentimos cuando nuestra necesidad de control parece mermada puede vencerse actuando. Quedarnos quietos no nos ayudará a conocer qué es lo que realmente ocurrirá ni a comprobar la veracidad de esos pensamientos que nos están paralizando.

Así que te invito a que te atrevas a dar el primer paso y venzas todo eso que parece estar limitando tus actuaciones.