La terapia centrada en el cliente: ¿en qué consiste?
La terapia centrada en el cliente, es un punto de vista o enfoque humanista, que se encarga en cómo las personas ven las formas en que se perciben a sí mismas conscientemente
La terapia centrada en el cliente, es un punto de vista o enfoque humanista, que se encarga en cómo las personas ven las formas en que se perciben a sí mismas conscientemente, en vez de como un profesional especialista en terapia podría realizar la interpretación de sus ideas inconscientes o de sus pensamientos. También afirma, que los individuos poseen una tendencia innata a evolucionar o desarrollarse hacia su máximo potencial.
Aun así, esta habilidad o capacidad puede ser distorsionada o bloqueada por ciertas experiencias de la vida, experiencias particulares que afectan el sentido del valor de las personas. La terapia se enfoca al funcionamiento de comprender la experiencia de cada ser humano desde su punto de vista. El terapeuta debe evaluar y valorar positivamente al cliente como individuo en cada uno de sus aspectos humanos, mostrando genuinidad.
Esto es fundamental para que un individuo sienta que es más comprendido y aceptado en sus propios sentimientos, primordialmente para ayudarle a conectarse con su sentido de la propia valía y sus valores internos. Algunos terapeutas realizan esto de forma mecánica, formando una verdadera comunicación de preocupación y comprensión.
Ventajas de ir a terapia
Ir a terapia nos puede beneficiar en distintos aspectos, no solo a reforzar nuestras carencias, sino a mejorar y reforzar las habilidades y actitudes que ya poseemos. La terapia podemos verla como una herramienta que se puede ajustar a las necesidades y características de cada ser humano, aportando ayuda en la vida de una persona, haciéndola más funcional, mejorar la calidad de vida e integrarse a la sociedad sin problemas.
De las ventajas de ir a terapia vamos a mencionar las siguientes:
Bienestar: asistir a terapia facilita al paciente dedicarse tiempo a él mismo, controlar el acelerado ritmo de vida que llevamos en la actualidad, y aprender a ser más conscientes de nuestros sentimientos, de nuestros pensamientos y emociones. Nos hace reflexionar si estamos llevando realmente el estilo de vida que deseamos.
Tratar trastornos y prevenir: de los beneficios más conocidos de la terapia, consiste en prevenir los trastornos mentales del paciente. La terapia permite ayudar a los pacientes afectados a lograr un incremento de su estabilidad, así como una mejor funcionalidad, intentando que la enfermedad o trastorno no le afecte tanto en su vida diaria.
Trato profesional: el vínculo establecido entre terapeuta y paciente, debe mostrarse asimétrico, con esto queremos decir, que no es una relación de igual a igual como puede darse con una amigo, sino que el paciente que tiene una necesidad realiza una solicitud de atención el cual es atendida por un terapeuta, este terapeuta realiza su trabajo como profesional proporcionando la satisfacción que le paciente amerita.
Aprender nuevas habilidades: el paciente se puede beneficiar al desarrollar nuevas actitudes y habilidades para enfrentar los distintos problemas y situaciones difíciles. Son muchas las situaciones en las que una persona no logra enfrentar con eficacia y debidamente ciertas situaciones, tal vez por la carencia para lograrlo. Es por esto, que se hace imprescindible, antes de afrontar directamente un problema, que la persona cuente con la capacidad de enfrentarse a ellos y obtener resultados óptimos. Las habilidades que se aprenden, suelen mejorar la situación para el paciente en el ámbito social, es decir, se aprenden habilidades y destrezas que le permitan mejorar el cómo manejar las diferentes situaciones sociales.
Expresar nuestras emociones: la terapia, en este caso, favorece al paciente a expresar las emociones sin el miedo a ser juzgado por otros. El expresar y verbalizar nuestros sentimientos y emociones nos ayuda a tener más consciencia de lo que realmente sentimos, detectando las causas que lo han ocasionado.
Experimentar el éxito: una persona con formación en distintas técnicas y teorías le facilita obtener mejores resultados, afrontar sus problemas de una manera positiva, ayudando a fortalecer el control y dominio ante situaciones problemáticas. La terapia ofrece la oportunidad de lograr éxitos en ambientes controlados con la posibilidad de beneficiarse con otros.
Autoconocerse: la terapia permite autoconocerse y facilita expresar pensamientos, al expresar lo que sentimos nos ayuda a conocer lo que realmente pensamos, que emociones sentimos y por qué actuamos a veces de cierta forma. Acudir a terapia nos beneficia para autoconocernos mejor, de una forma emocional cuando expresamos lo que sentimos, conductualmente al observar y tener conciencia de la conducta asumida y cognitivamente al desvelar nuestros pensamientos.
Conservar la estabilidad: asistir a terapia contribuye a la disminución de problemas y trastornos, así como también ayuda a mantener a las personas estables, disminuyendo las posibilidades de que un individuo sano pueda padecer algún trastorno en el futuro. La terapia nos facilita prevenir la aparición de situaciones emocionales inestables, es decir, descartando las alteraciones que deriven de la pérdida de estabilidad.
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