La melancolía viene a ser un estado de tristeza muy profundo, que va creciendo, y tiene mucho que ver con una pérdida muy difícil de sustituir, y acompaña con un estado de tristeza crónica a lo largo de la vida.
La persona que padece melancolía sabe que ha perdido algo pero no sabe exactamente lo que es y con ello se pierde una parte de sí mismo.
Las personas que sufren melancolía son agresivas pero no con los demás, más bien consigo mismas, dando frases como no valgo para nada, no sirvo para hacer eso, entre otras, pero en el fondo se trata de la persona que ha perdido y que siente que ha abandonado.
La melancolía acarrea el riesgo de caer en suicidio, ya que la persona que padece melancolía se identifica con aquello que ha perdido, entonces la persona quiere deshacerse de aquello que ha perdido que termina quitándose la vida, entendiendo que mata aquello que perdió.
La depresión y melancolía pueden ir juntas, pero no son lo mismo, ya que un estado depresivo es un estado melancólico.
La melancolía nos muestra que somos seres frágiles.
La melancolía en una persona que está emocionalmente estable al perder a una persona, es capaz de poder rehacer su vida de una forma más o menos rápida, pero una persona que está en melancolía, siente que cuando sufre la pérdida, parte de su yo se fracciona con esa pérdida, y de esta forma cuesta recuperarse, la persona no tiene la capacidad de reemplazar rápido esta en melancolía, así mismo si no tiene la capacidad de sentir placer por hacer cosas nuevas, si se mira mucho al pasado, que se recuerde mucho los amores perdidos, o que se pierda ilusiones por nuevos proyectos, puede ser que se esté dando la melancolía dentro de cada uno de nosotros.
En Psonrie te ayudamos a salir de esta situación.
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