La sociopatía también es descrita como el “carácter esclavizado por el impulso” (W. Reich).
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM, por sus siglas en Inglés) la sociopatía es “una afección mental por la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de los otros”.
También denominado como psicopatía o personalidad psicopática por E. Kraepelin en 1904, una de las principales características de personas que sufren de este trastorno de la personalidad es el poco interés en las necesidades o sentimientos de otros. Usualmente, el paciente presenta un historial de alteración del comportamiento desde la niñez que se extiende durante la vida adulta.
Para ser diagnosticado, el individuo debe tener al menos 18 años de edad y haber presentado señales claras desde la niñez.
Este trastorno se caracteriza principalmente por tener un temperamento que, de manera constante, vulnera los derechos de otros y/o las normas sociales conocidas. Su comportamiento conductual puede estar marcado por el irrespeto y destrucción a la propiedad, inclinación al fraude y las mentiras, agresividad en contra de personas y animales, desprecio al canon social e inclinación a los actos ilegales.
De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5 por sus siglas en Inglés), los pacientes que sufren del trastorno de la personalidad antisocial deben cumplir con los siguientes criterios:
Los sociópatas se pueden reconocer gracias a que varios de sus comportamientos son fácilmente identificables.
Los actos de crueldad, el cinismo y uso de adjetivos despectivos para describir a los demás es parte fundamental de su proceso comunicativo. Egocéntricos, no dependen de la valoración del grupo social para su autovaloración. Muy seguros de sí mismos, tienen una actitud individualista y poca dependencia en los demás. Son explotadores naturales y muestran una irresponsabilidad absoluta ante sus relaciones emocionales o sexuales. Es muy común que tengan muchas relaciones personales al mismo tiempo o que no se les conozca pareja estable monogámica. De tener hijos, suelen observarse niveles de desatención y hasta malnutrición en los infantes a su cargo. Pueden ser expulsados de sistemas convencionales como el ejército o un empleo, han estado recluidos en penitenciarías o incluso, pueden llegar a perderlo todo y quedarse en la indigencia.
Es importante mencionar que el cinismo, el egocentrismo y la elevada autovaloración han sido características que se consideran para el diagnóstico del comportamiento psicopático.
La personalidad sociópata puede estar acompañada de otros trastornos mentales como la poca tolerancia al estrés, tendencia muy marcada al aburrimiento constante, trastornos depresivos, abuso de sustancias psicotrópicas, adicción al juego e incapacidad para controlar la impulsividad.
El trastorno de la personalidad se cataliza mediante eventos que han sucedido en la niñez que maximizan la conducta desviada durante la vida adulta. Disciplina agresiva, sufrir abusos durante la niñez o incluso la propia negligencia paterna podrían incrementar la probabilidad del desarrollo del trastorno de la personalidad psicopática.
Más allá de todo esto, lo más importante es que aprendamos a reconocer las señales y saber reconocer cuándo estamos frente a un sociópata.
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