Abulia: cuando la desmotivación y la falta de iniciativa se apoderan de tí

Detrás de la abulia o apatía y falta de motivación puede estar presente una depresión latente o una alteración cerebral.

En muchas ocasiones sentimos la carga de un exceso de peso de la vida, del mundo. La desidia resulta ser dolorosa, esto genera una gran falta motivación de entusiasmo y la persona no tienen motivación para hacer nada, a esto se le llama abulia. 

Es un agotamiento distinto al que se puede sentir cuando se tiene un día de trabajo fuerte. La abulia aparece sin que se haya realizado un gran esfuerzo y donde cuesta hasta pensar.

Cuando una persona presenta este tipo de síntomas la gente normalmente le recomienda descansar e intentan animarlo, pero ninguna de estas opciones funcionan, son solo opciones ante una realidad de tipo psicológica que no va entender. 

La abulia significa “sin voluntad”. No es un trastorno mental que puede tener un trasfondo de muchas realidades clínicas que elevan el sufrimiento. Clínicamente, la abulia se considera una alteración de la motivación originada en algunos casos por una alteración neurológica.  

En el transcurso de nuestra vida podemos experimentar momentos en los que nada nos motiva, no se tiene energía, voluntad, pero generalmente son por una razón específica que no es tan grave. Sin embargo, en casos extremos, también hay situaciones que van mucho más allá de lo soportable y que generan una necesidad de aislamiento y contacto con todo y todos.

La abulia se puede presentar de manera muy ligera en algunas personas y con patologías dolorosas en otros. Puede afectar no solo al paciente sino también a su entorno y a las ganas de llevar a cabo nuestras responsabilidades u obligaciones. Es un estado muy persistente y profundo, que incluye los siguientes síntomas:

• Falta de motivación, iniciativa y mucho cansancio.
• Lentitud en los movimientos motores.
• Disminución de la capacidad para reaccionar ante los estímulos.
• Ausencia de energía para realizar las tareas y deberes cotidianos.
• Falta de capacidad para la toma de decisiones y dar respuesta a las peticiones del entorno.
• Dudas, indecisión.
• Al hablar lo hacen de manera muy lenta. Y dificultad para escuchar lo que le dicen.
• Tienden a experimentar muchas emociones a la vez lo que les genera mucho agotamiento
• En algunos casos las personas terminan sin poder hablar.
   

La abulia no puede solo dejarse pasar, sobre todo si sus síntomas son persistentes. Es de vital importancia acudir a la consulta con un especialista para saber reaccionar ante esta situación.

En la actualidad, la abulia se considera un síntoma de una depresión grave o de un trastorno neurológico, cualquier condición que afecte al cerebro puede dar paso a la aparición de la abulia.

Entre los tratamiento para la abulia dependerá del origen de su aparición o la condición médica que dio origen. En cualquier caso, la principal herramienta es el tratamiento farmacológico que aumente la producción de dopamina y favorezca al sistema nervioso central.

Adicionalmente, es importante la aplicación de terapia psicológica para suministrar al paciente herramientas que le permitan controlar sus pensamientos, mejorar su motivación y regular las emociones que le permitirán tomar el control de su realidad de vida.  

Otra alternativa oportuna es realizar actividades deportivas, físicas y la fisioterapia, lo que favorece a que la persona ponga su cuerpo en movimiento, motivándolos y aumentando la producción de endorfinas para contactar con el plano físico nuevamente.