Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
La terapia cognitivo-conductual actualmente ha proporcionado un gran número de técnicas para uso terapéutico que tienen muchas ventajas. La terapia cognitivo-conductual está basada en identificación y trabajo posterior acerca de las creencias y pensamientos disfuncionales que ocasionan sufrimiento a una persona y la manera de relacionarse con ellos. Partiendo de una metodología rigurosa que está basada en el método científico, basada en la observación empírica, experimentación e iniciando en la verificación de las hipótesis experimentales.
Es decir, se lleva a cabo una evaluación científica y objetiva de la conducta humana y también de los procesos mentales que la dirigen, haciendo que la emoción y cognición se puedan medir. Se enseña al paciente a transformar sus expectativas, miedos, modelos y creencias, también a cambiar patrones de conducta disfuncionales.
La terapia cognitivo-conductual es una de las más apreciadas a nivel científico, la mayoría de los psicólogos en la actualidad parten en primer plano del planteamiento cognitivo-conductual para su desarrollo profesional, gracias a las ventajas que ofrece este método, de los cuales se puede mencionar:
Se basa en el método científico: Emplea la metodología experimental que admite el análisis objetivo de los resultados de la terapia. Además, se pueden hacer hipótesis apoyadas en información anterior o previa y así poder comprobarlas experimentalmente y objetar los resultados.
Es una evidencia empírica con una gran efectividad: Tiene una gran evidencia empírica con respecto a la efectividad de las técnicas y otras terapias utilizadas, basado en la disminución de los síntomas del trastorno a evaluar.
Flexible: Es muy versátil pues se pueden integrar técnicas provenientes de otros enfoques como la humanista y la psicodinámica. Además, tiene una evolución al integrar nuevas formas de establecer relación con el paciente.
Sujeto como agente activo: En esta terapia la acción de sujeto o paciente lo puede llevar a la superación o disminución de los síntomas, con esta terapia se le ofrecen herramientas a la persona para que pueda enfrentar o modificar todo aquello que le causa malestar.
Estima el papel de lo cognitivo en la conducta: Se trabaja las creencias, pensamientos, capacidades y perspectivas desde el punto de vista que todo es analizable, trabajando no solo los contenidos sino también como llegar a él y todo lo que influye en la aparición del trastorno.
Alto nivel de sistematización: Dependiendo de la técnica utilizada existirá mayor o menor nivel de libertad pues las herramientas utilizadas en la terapia cognitivo-conductual tienen bases, forma y estructura muy claras.
Permite adquirir competencias y habilidades: En este caso hace que el paciente aprenda herramientas y capacidades que no tenía y que le dan muchos cambios beneficiosos no solo para resolver sus problemas, sino también optimiza el acondicionamiento y la adaptación al entorno.
Muy efectiva para un gran número de condiciones: Es aplicable a la gran mayoría de trastornos mentales que existen, además en situaciones no patológicas como la depresión, ansiedad, trastornos obsesivos, trastornos de alimentación, sexuales entre otros.
Queremos ayudarte a recuperar tu sonrisa. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
< Siguiente
Habilidades sociales en el trabajoAnterior >
¿Qué es la psicología de la maternidad?Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir