¿Cómo acabar con los prejuicios?

¿Qué son los prejuicios?

Las creencias predeterminadas sobre una situación, objeto o personas se le conoce como prejuicios. Estas creencias pueden ser verdaderas, aunque no es así en la mayoría de los casos. Lograr definir como es una persona basándonos en sus características, como su raza, orientación sexual, sexo, nacionalidad, etc., es algo que sucede de manera inconsciente, y que por regla involucra actitudes y sentimientos negativos.

En un trabajo realizado por un psicólogo de la Universidad de Harvard, se definió a los prejuicios como la etiquetación negativa que se realiza basándose en ciertas creencias adquiridas mediante situaciones y personas importantes, en especial durante la infancia y mediante la familia.

Los prejuicios son funcionales y radican en que permiten, en cierto modo, simplificar la vida y al mundo. Estamos en contacto constante con gran volumen de informaciones que nos pueden exigir a la toma de decisiones de una manera rápida y efectiva. Los prejuicios son funcionales, permiten, de cierta forma, simplificar el mundo. Realizar una categorización de las personas, basándonos en sus rasgos destacados y llamativos, en vez de reflexionar de cómo son de verdad, esto evita el ahorro de esfuerzo y el cansancio.

¿Cómo acabar con los prejuicios?

Para eliminar estereotipos y prejuicios, es importante realizar una reflexión profunda en referencia a tus ideas y a tu mentalidad preconcebida, dejamos unos consejos que seguramente serán de ayuda:

Evitar emitir conclusiones precipitadas al conocer un grupo de personas. Lo primordial es darnos tiempo para compartir e ir descubriendo la convivencia cotidiana con esas personas y hacer amistades nuevas. 

Humildad. Recordando esas situaciones donde nos dimos cuenta de que la opinión que nos formamos de otras personas estaba totalmente equivocada. Aprendemos de las ocasiones donde alguien nos enseñó el verdadero significado de la humildad. 

Empatía. Vivamos sin juzgar a los demás, no hagas a otros lo que no nos gustaría, nos hicieran a nosotros. 

Excepciones de la norma. Frente a los prejuicios, que demuestran la visión distorsionada de una realidad, se debe confrontar con datos de objetividad. 

La mente se alimenta con estímulos de cultura. La educación es la mejor cura para disminuir el impacto de los estereotipos y los prejuicios que se pueden presentar en nuestra vida.  La cultura alimenta el aspecto reflexivo y crítico, es decir, es beneficioso al momento de pensar. 

Contar con amigos en distintos grupos. Poniendo en práctica las habilidades sociales, se puede superar los estereotipos. Teniendo la oportunidad de consolidar lazos de amistad con otras personas, nos ayuda a crecer 

Reconocer nuestros prejuicios. Algunas personas aprenden a rechazar y cuando actúan de esta manera nos brindan la oportunidad de un cambio. Asumir esas ideas limitadas que solo condicionan, somos más conscientes de cuando se fingen criterios, así pues, se presenta la oportunidad de corregirnos a nosotros mismos, los pensamientos nos permiten inspirarnos de forma constante.