El amor propio es una forma de generar bienestar y calidad de vida en los individuos, considerando, la importancia de sentirse a gusto consigo. Habitualmente, la imagen que tenemos de nosotros ha sido aprendida a través del contexto.
El amor propio es una forma de generar bienestar y calidad de vida en los individuos, considerando, la importancia de sentirse a gusto consigo. Habitualmente, la imagen que tenemos de nosotros, ha sido aprendida a través del contexto en el que nos hemos desarrollado; hemos formado ideas sobre cómo creemos que somos, o sobre cómo debemos actuar en determinadas ocasiones, así como, la forma de relacionarnos con nosotros y con los demás.
Walter riso (2012) habla sobre cuatro conceptos fundamentales en el camino hacia el amor propio. Estos son el autoconcepto, la autoimagen, él autorrefuerzo y la autoeficacia.
El autoconcepto hace referencia a lo que pensamos de nosotros mismos, es decir, la valoración que realizamos de nuestro físico, personalidad, creencias, ideas, cualidades, etc. Comúnmente los individuos pueden emplear una autocrítica negativa, que incrementa los sentimientos de inseguridad, de igual modo, pueden establecer estándares poco ajustados a la realidad, por lo que refuerza la idea de una valoración negativa hacia sí mismo.
La autoimagen es la manera en la que percibimos nuestro aspecto, que tanto me agrado a mismo. Muchas veces nos dejamos influenciar por los estándares de belleza y hacemos juicios en función de esto.
El autorrefuerzo apunta a que tanto nos premiamos o nos damos gusto. En algunas ocasiones podemos autorreforzarnos de manera negativa, lo que incrementara el malestar subjetivo, de modo que, debemos tomar en consideración que tipo de respuestas estamos ejecutando.
La autoeficacia es cuanta confianza tengo en mí mismo, en mis habilidades y cualidades. Cuando nos plantemos objetivos, una alta autoeficacia me lleva a pensar que soy capaz de lograr lo que me propongo, me hace sentir seguro, a diferencia de una baja autoeficacia, me lleva a pensar que no puedo lograrlo o que voy a fracasar. Usualmente, una baja autoeficacia puede inducir al uso de estrategias como el autosabotaje o evitación, ya que, él individuó se anticipa a las situaciones estimando que el resultado será de connotación negativa, por lo que prefiere no intentarlo antes que fracasar.
De tal forma, lo primordial es realizar una autoevaluación, observarnos de manera objetiva, de esta manera sabremos en qué aspectos debemos mejorar para consolidar nuestro amor propio. Algunas preguntas guía pueden ser ¿Cómo es nuestro diálogo interno? ¿Cómo es la relación con nosotros? ¿Nos agrada pasar tiempo a solas? ¿Qué tanto tiempo nos dedicamos? ¿Nos gusta lo que vemos al mirarnos? ¿Valoramos las cosas que hay en nuestra vida? ¿Nos centramos solo en los fracasos o dejamos que las cogniciones negativas nublen nuestro juicio?
Es importante considerar que, el amor propio es algo que se construye en el tiempo, llegar a sentirnos completamente bien con nuestro cuerpo o nuestra forma de ser, es algo del día a día, además, cada proceso es diferente. Por ello, algunas pautas que pueden ser tomadas en cuenta son:
*Si tenemos un diálogo interno negativo, un ejercicio que podemos utilizar es: Prestar atención a lo largo del día que nos decimos frecuentemente, después intentar decirlo de una manera más amable. Por ejemplo, si constantemente me digo “Soy fracasado” cambiarlo por “Esto no salió como pensaba, aunque fui valiente al intentarlo”. También, el uso de afirmaciones positivas puede ayudar a mejorar la forma en la que nos hablamos. Si nos comunicamos desde el respeto o con elogios, nuestro bienestar tiende a aumentar, a diferencia de sí nos castigamos o menospreciamos, nuestro bienestar tienda a decaer.
- Realizar una lista de nuestras cualidades y fortalezas. Día a día realizar acciones que las resalten, de esta manera estamos reforzando el autoconcepto.
- Notar nuestros logros, celebrarlos por más pequeños que sean. No observar solo lo malo, ser más flexibles con nuestros pensamientos, del mimo modo, ser más constructivos.
- Dedicar un momento en el día para nosotros, para hacer una actividad que nos guste y que disfrutemos. Además de que nos permite conectar con nosotros, también nos da una oportunidad para el autodescubrimiento.
- Construir nuestro propio concepto de lo bello, procurar dejar de compararnos con los demás. Descubrir que es lo que nos gusta y que es lo que nos hace sentir bien.
- Al trazar nuestras metas, procurar que estén ajustadas a la realidad, de esta manera podemos cumplirlas y los resultados generados reforzaran la autoeficacia, porque percibimos que lo estamos logrando.
- La gratitud es una herramienta que puede ser útil para sentirnos satisfechos con nuestra vida, además, nos permite tomar conciencia sobre lo que somos o tenemos y dar gracias por ello.
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