Diferencias entre el estrés y la ansiedad

Estrés y ansiedad: ¿Qué son?

Estrés y ansiedad son dos estados de ánimo con conceptos distintos, aunque pueden confundir por la mala utilización de los términos.

La ansiedad se presenta por una respuesta fisiológica, que es ocasionada por la actividad continua de la rama simpática del sistema nervioso autónomo de nuestro organismo. En realidad, la ansiedad no es un estado emocional, tampoco un sentimiento, más bien es una sencilla activación fisiológica. Esta activación fisiológica tiene unos síntomas determinados, pero que en cada ser humano se manifiesta de distintas maneras.

El estrés es también una respuesta fisiológica, pero que se desencadena en nuestro organismo cuando el cerebro asocia una situación como algo peligroso, dañino o amenazante. Cuando percibe que el bienestar o la seguridad se encuentran en peligro, nuestro organismo usa toda su energía para combatirlo.

Diferencias entre el estrés y la ansiedad

Puede parecer difícil establecer diferencias entre el estrés y la ansiedad, ambas tienen similitudes en sus detonantes y sus efectos negativos, por lo general, son sensaciones de falta de control y amenazas de nuestro entorno que se salen de control ocasionándonos malestar, irritabilidad y agotamiento.

La ansiedad tiene relación con los ataques de pánico: así como se puede confundir el estrés con la ansiedad, algunas personas consideran que un ataque de pánico es una situación general de lo que realmente es, una situación física muy específica que está vinculada con un nivel o pico de ansiedad o miedo en donde se manifiestan síntomas como temblores, náuseas, sudores, escalofríos, alteración del ritmo cardíaco, asfixia o dolor en el pecho. Si una persona está experimentando un ataque de pánico, seguramente padece de ansiedad, y que esté bajo mucho estrés. 

Los factores externos hacen responder al estrés: casi siempre el estrés es una reacción o emoción ante un problema o situación de peligro, en cambio, la ansiedad es una reacción ante la presencia del estrés. Esta diferenciación es importante resaltar, porque significa que en la ansiedad existe una sensación de impotencia, no es de mucha ayuda hacerle frente, va más allá y será necesaria la ayuda de un profesional para realizar terapia o usar medicación. Mientras que en el estrés suele culminar una vez el evento estresante se ha ido, y por esta razón enfrentar la causa del estrés es la manera más eficaz de combatirla.

La ansiedad ocasiona preocupaciones innecesarias: algunos síntomas entre el estrés y la ansiedad se parecen, tal como,  malestar estomacal, irritabilidad, problemas para dormir, poca concentración, etc. Aun así, existen síntomas de cada una en concreto que las diferencias, la ansiedad se distingue por la sensación de una preocupación constante y el miedo a situaciones, que con frecuencia, son vistas como grandes amenazas, pero que en realidad no representan ninguna amenaza en lo absoluto. 

Aunque el problema ya no exista, la ansiedad puede continuar: la ansiedad puede desencadenarse como consecuencia del estrés, ya que produce en problema en específico, con frecuencia, una vez que desaparece el problema o se ha solucionado, el estrés se va, en cambio, la ansiedad continua. 

Se puede concluir, la ansiedad necesita ser tratada como un trastorno distinto y no solo como una emoción como consecuencia del estrés. La ansiedad no desaparece tan fácilmente, y lo más probable es que se necesite ayuda profesional. Las personas que sufren de estrés, tienen conocimiento de los que les preocupa, pero en las situaciones que aparece la ansiedad no es tanto el problema en sí, el problema es la reacción a la situación, y ahí está el punto clave.