Hemos observado una evolución significativa en las estrategias de diversidad, equidad e inclusión (DE&I), aunque aún persisten desafíos para alcanzar plenamente los objetivos de igualdad e inclusión.
En años recientes, hemos analizado las tendencias y claves que permitirán a las empresas avanzar hacia modelos avanzados, equilibrados y de alto valor social y corporativo en su estrategia de diversidad, equidad e inclusión (DE&I).
En los últimos años, hemos observado una evolución significativa en las estrategias de diversidad, equidad e inclusión (DE&I), aunque aún persisten desafíos para alcanzar plenamente los objetivos de igualdad e inclusión.
Esta evolución está influenciada por tres factores principales. En primer lugar, existe una fuerte influencia de multinacionales y consultoras provenientes de países anglosajones que están definiendo visiones, líneas de acción y una cultura corporativa global en torno al concepto de diversidad, equidad e inclusión DE&I. Esta influencia tiene aspectos positivos, ya que brinda una guía a las empresas que siguen su ejemplo. Sin embargo, también se presenta como un desafío cuando estas visiones, políticas y estrategias se implementan en países con diferentes realidades culturales y sesgos propios. Corremos el riesgo de homogeneizar la cultura empresarial en lugar de valorar la diversidad, adoptando un único modelo y visión.
En segundo lugar, el debate social y la agenda política actual ejercen una gran influencia en las estrategias empresariales. En algunos casos, aceleran el progreso, pero en otros casos, lo precipitan. Es importante permitir una evolución madura y reflexionada de estas estrategias, involucrando a los diferentes grupos de interés, generando conciencia, fomentando el diálogo y el consenso. Las estrategias de DE&I no deben ser impuestas, sino una respuesta genuina al interés común y al bienestar general.
En la actualidad, los planteamientos y debates empresariales en torno a la diversidad, equidad e inclusión se está enfocando hacia modelos más maduros, aunque con ciertos sesgos. Sin embargo, este debate también está marcado por la influencia de una gran cantidad de información y grupos de interés, así como por discursos ideológicos y políticos encendidos. Esto crea un contexto complejo en lugar de uno simple. En lugar de centrarnos en nuestras diferencias, deberíamos enfocarnos en lo que nos une. Esta es la clave fundamental, tal como lo expresaba el famoso video sobre diversidad, equidad e inclusión (DE&I) de la televisión danesa: "Tenemos más cosas en común de las que nos separan".
A medida que avanzamos hacia el futuro, es esencial que las empresas continúen desarrollando estrategias de diversidad, equidad e inclusión, que promuevan la igualdad, la inclusión y el respeto mutuo. Al centrarnos en lo que compartimos y trabajando juntos, podremos construir entornos laborales más diversos, equitativos e inclusivos que beneficien a todos.
Conceptos básicos clave de la diversidad
Igualdad
Uno de los principios universales es que todas las personas anhelamos la felicidad y, para lograrlo, es fundamental contar con las mismas oportunidades de formación, desarrollo, participación en la sociedad y empleo, entre otros aspectos. Esto implica disfrutar de libertad y contar con un marco legal que brinde seguridad jurídica, basado en los derechos humanos fundamentales y la solidaridad.
Unicidad
Cada individuo es único e irrepetible. Este concepto se encuentra intrínsecamente ligado a la dignidad humana, que constituye el fundamento ético de la diversidad. En consecuencia, todas las personas son importantes y debemos tenerlas en cuenta al diseñar nuestras políticas y estrategias de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Equidad
Siguiendo el principio de unicidad, las personas somos diferentes y buscamos la felicidad de manera diversa, teniendo necesidades e intereses distintos. Por tanto, es fundamental respetar, valorar y tener en cuenta estas diferencias al diseñar nuestras políticas y estrategias DEI.
Diversidad
La diversidad surge a partir de la unicidad, y se refiere al análisis de un grupo de personas según las 4 dimensiones de la diversidad. Estas dimensiones determinan la composición del grupo, su nivel de heterogeneidad o homogeneidad, y su representación en la sociedad en la que participan.
Inclusión
Al observar nuestra sociedad, se evidencian desigualdades, discriminación y exclusión social. La inclusión sociolaboral desempeña un papel fundamental en las estrategias DEI, con el propósito de crear sociedades y empresas más inclusivas. Esto quiere decir, que se debe implicar y promover la libertad, igualdad, equidad, seguridad, respeto, justicia, integración y protección social. La inclusión es un elemento clave en las estrategias DEI.
Pertenencia
Al gestionar adecuadamente la diversidad de los grupos de interés, reducir las desigualdades corporativas y promover un modelo más inclusivo, mejoramos la atracción de talento, la fidelidad, la experiencia y el orgullo de pertenecer a algún grupo de interés.
Unidad en la diversidad
"Unidad en la diversidad" es un principio fundamental que nos insta a aprovechar nuestras diferencias para contribuir al bien común y a los objetivos de inclusión establecidos por la empresa. Este principio se contrapone a la división.
Justicia Social
La justicia social es el fundamento que ordena las relaciones humanas y define el propósito social de cualquier proyecto relacionado con la diversidad, equidad e inclusión (DEI). A través de la justicia, se busca establecer un equilibrio y garantizar la igualdad de oportunidades para todos.
Estos conceptos clave nos brindan una base sólida para comprender y avanzar en la implementación de estrategias DEI en el ámbito laboral y social, promoviendo la igualdad, la inclusión y el respeto a la diversidad de las personas.
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