El síndrome del impostor

¿Cuántas veces has sentido inseguridad en tu trabajo? ¿Cuántas veces has sentido que los logros alcanzados no son tuyos? O incluso… ¿Cuántas veces te has sentido un impostor y que estás mintiendo a tu superior y/o compañeros?

El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico en el cual la persona tiene una sensación persistente de no ser lo suficientemente competentes o de que sus logros son el resultado de la suerte en lugar de sus propias habilidades o fortalezas. Las persona que experimenta este síndrome tienen miedo de que descubran que está ocupando un puesto que no se merece y, por lo tanto, ser considerado como un fraude.

Además, la persona que padece este síndrome puede sentir una constante presión por demostrar su valía. También es habitual observar personas con patrones de comparación con sus compañeros. Pueden sentir cierta inseguridad con base en esas comparaciones y por ello, podemos interpretar dicho síndrome. Esta inseguridad puede afectar su rendimiento laboral y su bienestar emocional.

Es importante tener en cuenta que el síndrome del impostor no es un trastorno, pero sí puede ocasionar un malestar acusado.

Qué hacer para lidiar con el síndrome del impostor

Si sientes que el síndrome del impostor toca tu puerta, aquí tienes una serie de herramientas que te podrá ayudar:

1. Reconoce y acepta tus logros: Tómate el tiempo para reconocer tus éxitos y logros, y recuerda que no son meramente el resultado de la suerte o el engaño. Haz una lista de tus logros y habilidades para recordarte a ti mismo que eres capaz y competente en tu trabajo.

2. Habla sobre tus sentimientos: Comparte tus sentimientos de inseguridad y duda con personas de confianza. Este punto es de suma importancia, pues te darás cuenta de cómo consigues alivio cuando te das cuenta de que es un sentimiento que muchas personas experimentan.

3. Aprende a aceptar la crítica y elogio: El síndrome del impostor a menudo va acompañado de una tendencia a descartar los elogios y enfocarse únicamente en la crítica. Trabaja en aceptar tanto los elogios como las críticas constructivas de manera equilibrada. Aprende a reconocer y aceptar tus fortalezas y áreas de mejora sin menospreciarte. Para poder trabajar este punto, deberás de dar las GRACIAS a todas las personas que te hagan un elogio. No los menosprecies. Simplemente da las GRACIAS.

4. Desafía tus pensamientos negativos: Cuestiona tus pensamientos autocríticos y negativos. Identifica los patrones de pensamiento distorsionados y reemplázalos por pensamientos realistas. 

5. No te compares con los demás: Evita compararte constantemente con tus colegas. En lugar de compararte, concéntrate en tu propio crecimiento y desarrollo personal, ¿cómo has conseguido tu posición? ¿Cuáles son tus méritos?...

Si crees que sufres del síndrome del impostor, desde Sonríe podemos guiarte a superarlo y disfrutar de tu trabajo.