El sueño es un proceso fisiológico de vital importancia para el organismo. Durante este proceso el cuerpo puede llegar a restaurarse, realizar la homeostasis y mantener la energía.
Si se presenta un problema para dormir de forma periódica aparecen obstáculos en el proceso de reposo que genera el trastorno conocido como insomnio. Este es un problema muy común en la población, su principal problema es la dificultad para conciliar, mantener el sueño o despertar temprano. El insomnio puede afectar de manera directa la salud de una persona.
No poder dormir tiene consecuencias psicológicas muy fuertes, para los trabajadores de la salud en estos tiempos de covid 19 responder a una gran demanda es una tarea obligada, el descanso para ellos se ha convertido en un imposible. Además, el aislamiento impuesto para evitar la propagación de este virus afecta de manera directa los hábitos y rutinas diarias de muchas personas.
Los patrones de sueño están siendo afectados por esta nueva realidad que perjudica la salud mental, la resistencia física (caso de los trabajadores de la salud) y el bienestar fisiológico.
Este desequilibrio del sueño se debe principalmente a la falta de exposición a los rayos del sol, el desorden del sistema circadiano, la disminución de las actividades físicas diarias, las preocupaciones debidas a la incertidumbre de los acontecimientos presentes, adaptarse a una nueva realidad, convertir tu dormitorio u hogar en una nueva oficina, no tener un horario de sueño, todas estas razones generan problemas de insomnio.
Este aislamiento obligatorio trajo a nuestras vidas nuevos hábitos con los cuales el cuerpo está luchando para adaptarse a esta nueva realidad mundial que nos cambió la vida a todos.
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