La autoestima y los niños

Para los padres la autoestima de sus hijos es un tema de la psicología que cada día cobra más importancia en el ámbito de la educación, representa en la mayoría de los casos una situación de intranquilidad y nerviosismo en el núcleo familiar. 

La autoestima es un aspecto de vital importancia en el desarrollo emocional y motivacional de los hijos en plena formación y crecimiento. Esta no es más que el conocimiento del valor que tiene una persona acerca de si mismo, lo que es principalmente ante determinadas situaciones y sus responsabilidades positivas o no tan positivas. Es el sentimiento de recompensa, aceptación y amor hacia nosotros mismos y nuestros vínculos.  

Tener una autoestima alta le da a las personas felicidad y el poder de relacionarse con los demás de manera grata y positiva. Los niños tienen su propia opinión acerca de ellos mismos y esto puede afectar directamente su aprendizaje y por ende su desempeño académico. Lo que pensamos de nosotros mismos, nos muestra cómo somos realmente, nuestras habilidades, reacciones y actuación ante las expectativas y experiencias personales.  

El grado de autoestima de cada niño determinará el avance o desarrollo de su aprendizaje en cualquier actividad, sea académica o en sus relaciones personales y en el desarrollo exitoso de su felicidad. Cuando un niño tiene buena autoestima, es una persona con mucha seguridad, competitivo y además es un ser valioso, es consciente  de la importancia de adquirir conocimientos y cuando necesita apoyo no se siente menos. La responsabilidad, la comunicación eficaz y adecuada son virtudes muy presentes.  

La autoestima hace que la persona tenga muchísima confianza en sus talentos, que sea más piadoso con las necesidades del otro, que no sea una persona manipulable y sea capaz de sostener ante cualquier situación sus valores y principios. Por ello una de las bases fundamentales de la niñez y adolescencia es la autoestima, esta se debe edificar día a día mediante la confianza y la aceptación. 

Padres, representantes y educadores deben estar atentos a las variaciones  emocionales de los niños y adolescentes, debido a que son muy frágiles y maleables. Un niño debe tener mucho afecto y seguridad en su núcleo familiar, los padres juegan un papel muy importante en mejorar su autoestima. Todo lo que le suceda al niño durante su niñez marcará el camino hacia su posición ante la vida en su etapa de adulto. 

Debido a la importancia de la autoestima para los niños, a continuación se exponen una serie de sugerencia que pueden ayudar a los padres para fortalecer la autoestima en sus hijos:  

* Los padres deben amar, apoyar, respetar a sus hijos y fomentar una alta autoestima. Claro está, deben existir límites y normas que generen seguridad y una gran estabilidad a los niños creadas con firmeza, amabilidad y respeto. 

* No sobreproteger a los niños. Ellos deben combatir sus propios problemas y batallas. Los padres deben solo enseñar los mecanismos para enfrentar cualquier problema que se les presente y poder solucionarlo. No importa si cometen errores de ello aprenderán y mucho. 

* Cuida que le dices a tu hijo, las palabras, la forma y el tono que empleas. Hay frases que pueden ser destructivas para los niños, afectados de manera muy negativa. El lenguaje usado debe edificar y  hacer sentir al niño fortaleza y capacidad. 

* Los padres deben ser capaces de impartir frases motivadoras a sus hijos, que lo encaminen al logro de sus objetivos, sueños y la superación de cualquier obstáculo que pueda presentarse en el camino.  

* Motivar a los niños a cumplir sus responsabilidades sin ayudarlos. hacerlos sentir útiles, experimentar qué se siente hacer las cosas bien, les da la  garantía de que se valorarán y serán más independientes. 

* Evitar la comparación con otros niños o con sus hermanos, cada ser tiene sus habilidades y equilibrio. Cada quien tiene su ritmo. 

* Evitar realizar críticas y ofensas delante de otras personas.  

* En el hogar debe haber un ambiente de seguridad, de comunicación, para que ellos sientan la confianza de contar lo que sienten, para que entiendan que está bien comunicar sus emociones, hacerlos más sensibles y aprendan a dar nombre e identificar sus emociones.