La semana comienza y desde el primer día Elena ya siente que sus responsabilidades y las demandas que tiene sobrepasan sus recursos.
Los Lunes siempre son complicados. Son las siete de la tarde y Elena llega a casa.
Tiene hambre, ha sido una dura jornada laboral. Abre la nevera...pero está vacía.
Pedro está en el sofá.
- ¿Qué tal el día, cariño?
- Ya sabes, los lunes siempre son complicados.
A lo que Pedro pregunta:
- ¿Qué cenamos hoy?
Sale de trabajar a las 17:00. “Podría haber hecho la compra”, piensa Elena.
-" Pues no hay nada en la nevera, podías haber pasado por el super.”
- “¡Ah! No sabía que había que comprar, si me lo hubieras dicho lo habría hecho sin problema.”
- “Ya, Pedro, pero estaba trabajando y tú también puedes mirar la nevera y ver que faltan cosas.”
- Perdón, no me di cuenta.
Elena prefiere no continuar con la conversación, sabe que no puede mejorar y está muy cansada. Se dirige a la habitación para ponerse cómoda.
La ropa de Pedro está encima de la cama. Intenta mirar para otro lado. ¿¡Que le cuesta colgarla en el armario!?.
Elena cuelga su ropa y decide darse una ducha. Una ducha caliente la ayudará a pensar mejor, pero se da cuenta de que no hay toallas limpias.
- ¡Ostras! Se me olvidó poner la lavadora durante el fin de semana. Si a mi se me olvida, nadie la pone.
Elena cada vez está más estresada. Se pone el pijama sin ducharse y vuelve a la cocina.
Pedro mira un paquete del congelador.
- Elena, ¿esto se pone en el horno o en la sartén? ¿Lo preparo ya? ¿Hay que echarle algo?.
A Elena se le está quitando el hambre. Se sienta en el sofá y empieza a hacer zapping.
- Mañana tengo partido, así que vendré más tarde, igual me tomo unas cervezas después, no te importa, ¿verdad?
Elena se queda pensando. No le importa, así podrá estar un rato a solas consigo misma, pero…
- Pedro, le dijiste a tu madre que mañana ibas a ir a verla para arreglarle lo del baño.
- ¡Es verdad!, se me había olvidado... ¿puedes mandarle un mensaje y decirle que voy pasado mañana? Estoy con la cena.
- Pero Pedro, es tu madre, bastante tengo con haberme acordado.
- Bueno, bueno, como te pones... ya lo hago yo. ¿Dónde está la espumadera?
- En el primer cajón
- ¿Y los trapos limpios?
- En el segundo
- ¿Y la sal?
Elena explota, ya no puede más pero no quiere discutir.
- Pedro, me voy a la cama, estoy agotada.
- ¿Te pasa algo?
- Solo quería llegar a casa y tener un poco de tranquilidad; sin embargo, llegar a casa es como una segunda jornada laboral.
- ¿Pero qué dices cariño?, si yo te ayudo en todo lo que necesitas.
- Pedro, no se trata de ayudarme, las tareas de casa son cosa de ambos y las tienes que saber y hacer sin necesidad de que yo te diga nada. Si tengo que estar recordándote las cosas es como si las tuviera que hacer yo.
Muchas de vosotras os sentiréis identificadas con esta situación. Seguro que muchos de vosotros, también.
Esto es la carga mental femenina y Elena necesita que Pedro entienda qué es y cómo se siente para que comience a cambiar su situación.
Si Pedro no comprende que planificar y recordar las tareas en casa también es un trabajo, Elena puede sufrir estrés y ansiedad, y pueden acabar teniendo graves problemas de pareja.
Queremos ayudarte a superar tus problema de pareja. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos
entender mejor lo que pasa en tu relación: