Las madres tóxicas son aquellas que no ayudan al crecimiento personal o profesional de sus hijos, con o sin intención
Las madres tóxicas son aquellas que no ayudan al crecimiento personal o profesional de sus hijos, con o sin intención. Son personas manipuladoras, posesivas, controladoras, en algunos casos destructivas, sobreprotectoras y tienen una visión negativa de lo que es el mundo.
Las madres tóxicas establecen vínculos muy negativos con los hijos, mediante acciones hechas en nombre que al final se transforman en un muro que les impide su libertad personal. Es probable que el comportamiento de una madre tóxica se genere de manera inconsciente, por una necesidad de perfección de los hijos ante los ojos del mundo.
Sin embargo, muchas madres son conscientes del daño que le causan a sus hijos pero no son capaces de detenerse pues lo asumen como una conducta normal pues así fueron ellas educadas. Las mujeres que son madres pueden repetir patrones de su vida que vivieron por sus abuelas, sus madres en ambientes tóxicos y continúan esa cadena disfuncional de crianza.
Este tipo de madres son la base de la educación de los niños que en vez de promover la seguridad y madurez personal de los hijos crean fortalezas que impiden la independencia tanto emocional como física de ellos.
Detrás de cualquier acción de una madre por un hijo se encuentra el amor, pero este tiene un lado tóxico que se caracteriza por ser egoísta, interesado y asfixiante hasta llegar a ser destructivo. Este tipo de sentimientos se aplican sobre niños que están en pleno proceso de aprendizaje que traerá como consecuencia vacío, inseguridades e inmadurez, entre otros.
Las madres tóxicas, son capaces de valerse de cualquier habilidad para evitar que sus hijos se alejen de ellas, si se dan cuenta que ellos están siendo más autónomos, que ya no las necesitan tanto y están haciendo su vida independientemente. Estas madres ocultan su falta de autoestima y autosuficiencia y hacen que sus hijos tengan la obligación de cubrir sus necesidades.
Estas madres no ven sus límites y quieren controlarlo todo, pues, esto les da seguridad y terminan controlando la vida de sus hijo pensando que están haciendo bien y demostrando su amor. El control cuando se justifica por medio del cariño, es el peor escenario de la sobreprotección, con eso evita que los niños sean valientes, autónomos, capaces y aprendan de los errores que cometen.
Una de sus armas más letales es la manipulación, en algunas ocasiones es tan sutil que pasa desapercibida y los hijos no se dan cuenta. Otra herramienta muy utilizada por las personas tóxicas es la victimización,presentarse como la más sufrida es una técnica para librarse de la culpa que fueron ellas quienes hicieron daño.
Características de las madres tóxicas:
A continuación se describen algunas señales para identificar una madre tóxica, en general, no todas se presentan al mismo tiempo:
Una madre toxica fija los roles de género a su hija, enseñándole la herencia cultural de lo que es una mujer en la sociedad y la familia, y que describe que la crianza de los hijos y las tareas del hogar son su responsabilidad, sin importar sus metas o preferencias de vida y forzándola a que sea una mujer sumisa con los hombres.
Educan a las hijas bajo el patrón de que no podrán ser felices sin un hombre a su lado, estar solteras a cierta edad es motivo de tristeza, por lo cual las mujeres se ven obligadas a involucrarse en cualquier relación solo para no estar solteras.
Las madres tóxicas asumen totalmente la crianza de los hijos y la responsabilidad de su educación a tal punto que estos no tienen la capacidad de tomar decisiones propias respecto a lo que hacen o quieren hacer, dejando a los hijos sin autonomía, pues cualquier selección o preferencia no está en sus manos.
Las madres (y padres tóxicos) tienen la convicción de que sus hijos deben llegar a obtener y a ser lo que ellos no pudieron. Para ello, las madres tóxicas ocupan a sus hijos en actividades extracurriculares desde muy temprana edad, generando un cansancio extremo y quedando sin tiempo para aquellas cosas que si le apasionan o son del agrado del niño o niña.
La madre (y padre tóxicos) siempre están trabajando en función que sus hijos sean perfectos en el menor tiempo posible y para ello prácticamente los obligan a adiestrarse en muchas áreas por largos periodos de tiempo.
Asumen un papel de protección exagerado hasta el punto de decidir qué persona es apta o no para tener una relación amistosa con sus hijos, basándose en la clase social, la apariencia, el nivel económico.
Esta situación puede generar mucha frustración en los niños y hasta en los adolescentes dominados por la madre tóxica, en este caso tienen las amistades ocultas de la familia o en muchos casos causarle problemas de aislamiento o esquemas discriminatorios, racistas desde muy temprana edad.
Las madres tóxicas nunca asumen que están haciendo algo negativo con la crianza de sus hijos y no aceptan críticas o consejos para evitar agobiar a sus hijos. Para ellas su comportamiento es el correcto y no lo cambian bajo ningún concepto. Lo que sí hacen es cambiar de estado de ánimo en caso de tener problemas, lo que las lleva a cambiar de estrategias pero no cambian la meta. Generalmente se requiere de ayuda externa para que ellas observe de manera objetiva lo que deben cambiar.
Otro aspecto de las madres tóxicas es la sobreprotección, Estas madres siente un gran miedo a que los hijos enfrenten sus propios retos durante su vida sobre todo en la etapa adulta. Activan un proceso de estímulos que los alientan a mantenerse dentro de su zona de confort y no tomar ninguna iniciativa.
Las madres tóxicas siempre quieren demostrar a los demás a costa que sus hijos son los mejores, esto lo llevan a cabo presionando exageradamente a los hijos con sus estudios, con los deportes, comprandoles más cosas, más ropa, más zapatos. Buscan de conseguir estatus en la sociedad a través de los hijos y no de cubrir las necesidades realmente reales del niño.
Generalmente, las madres tóxicas utilizan la violencia física y verbal como forma de castigo, causando mucho sufrimiento a los hijos, además de desconfianza, miedo y resentimiento.
Si bien es cierto que en muchas ocasiones las madres tóxicas no son 100% responsables de la mala relación con los hijos, este aspecto es una razón de peso que no permite encontrar las acciones para mejorar la situación.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: