Consejos para motivarse a uno mismo

Alcanzar objetivos sin el impulso correcto es un reto. Te preguntarás ¿Cómo lo consigo? 

“No hay magia para conseguir las cosas. Simplemente se trata de trabajar duro, decidir y tener persistencia”, Michelle Obama. 

En efecto, la persistencia y el trabajo duro te llevan a lograr tus objetivos. Sin embargo, hay momentos en los que sentimos que no tenemos la fuerza necesaria para trabajar a por ellos. A esa fuerza se le llama motivación y es alimento fundamental para la tenacidad humana. 

Entonces, repasemos juntos algunos secretos para recargar esas baterías motivacionales.

Reenfoca tu pensamiento

Los pensamientos son el plan de nuestras acciones. Crear escenarios enfocados hacia lo positivo contribuye a mejorar la actitud con la que afrontamos las circunstancias diarias. Un constante sermón negativo hará que los objetivos parezcan imposibles. Entonces, cambiemos la energía de nuestra conversación interna mediante ejercicios transformacionales. Cada vez que aparezca una frase negativa, cambiemosla hacia lo positivo. Modifica esos No por tus propios Sí.

No olvides que eres el dueño de tus pensamientos y tienes el poder de modificarlos para tu bienestar.

Escribe tus pequeños logros

No importa qué tan programado seas: escribir siempre es saludable. Tus pasos, por muy pequeños que parezcan, son la clave para entender tu progreso. Cada vez que leemos nuestras pequeñas metas, entendemos lo que hemos logrado. Invierte un poco de tu tiempo cada día para celebrar tus logros..

¿Eres de los que no suelta el móvil y no tienes tiempo? Tenemos la solución. Hay un sinfín de aplicaciones que te permitirán anotar pequeñas frases a lo largo del día, mientras vas en transporte público o caminando. 

Visualízate

Aunque suene a metafísica, la visualización es un recurso psicológico muy poderoso cuando establecemos nuevos planes de acción. Recrear esa autoimagen durante varios minutos al día, le da fuerza y revalida tu compromiso. La imaginación en positivo es uno de nuestros mejores aliados a la hora de meterle combustible a la motivación.

Un paso hacia adelante, otro hacia atrás

Somos entes vivientes y cambiantes. No somos perfectos. Entendiéndonos, podemos perdonarnos al  fallar un día. Pero esa falla debe ser la excepción de la regla y no la norma. Si deseamos alcanzar la meta que nos hemos establecido, debemos retomar el camino que nos lleva a ella. En pocas palabras: deja el pasado en el pasado. Vivir el presente, enfocados en nuestro Plan de Acción, nos hace recalcular las acciones que estamos ejecutando. Lo más importante es que no te recrimines, solo acepta tu humanidad y ajusta el periscopio.

Compite y comparte

Darwin hablaba acerca de la supervivencia del más apto. Es una línea de pensamiento bastante estricta para aplicarla a nuestra parte humana. Entonces, siguiendo nuestro camino de modificación del discurso, podemos hablar de crearnos una red de Socios del Cambio. Asociarte con personas positivas y con la actitud correcta puede generar un ímpetu asombroso a la hora de trabajar por nuestras metas.

Un amigo en las redes, un familiar o alguien que trabaje a tu lado puede convertirse en un Socio estimulante para animar esa fuerza interna que te motiva.

Compartir tus pequeños logros y celebrarlos repotenciará la competencia empática, ubicándola en la frecuencia positiva.  Solo debes conseguir el compañero indicado, con la actitud correcta y dejar que la magia surja.

Prepárate para los días malos

Nuestra mente puede jugarnos a perdedor cuando estamos trabajando para cambiar un hábito. La creación de nuevas conductas es un proceso que lleva a sentir tristeza o depresión. A veces, las ganas de abandonar nos embriagan y pueden ser catalizadores para no lograrlo.

No te tengas miedo, quiérete y entiéndete. Todo forma parte del viaje que has decidido realizar. La clave: concientizar el sentimiento y defragmentarlo en tu mente. Debes estar preparado para esos momentos y tener a la mano las herramientas que sean necesarias para que pierdan valor y fuerza. Aquí podemos retomar la escritura, listar tus porqués te va a inyectar de la energía que alivia los momentos difíciles. Tú eres el dueño de tu viaje, tú puedes decidir qué ruta tomar. 

El coach correcto

Cambiar de curso es un proceso lleno de retos y hacerlo en solitario puede resultar en un “ensayo y error” sin final. Busca un aliado con experiencia que te guie y te respalde con ideas clave para seguir progresando. Hablar de Coach no es necesariamente contratar a un profesional en la materia. Un instructor, un seminario o un curso puede ser la guiatura y ese esquema de apoyo que catalice tus esfuerzos. Recuerda que los humanos buscamos el cambio y la innovación; procura rodearte de personas que reactiven la creatividad para hacer las cosas de manera diferente, ver el otro lado de la moneda y entender que el vaso no está medio vacío.

Persigue tu pasión

Somos seres llenos de pasión. La pasión nos alimenta y nos incentiva. La búsqueda de la motivación viene relacionada con aquello que amamos y nos mueve el pilar de vida. Hacer tus experiencias placenteras genera un compromiso intrínseco. Ahora, cuando el objetivo nos desagrada, las reacciones siempre estarán enfocadas a la negativa de acción.

Entonces, busca en ti mismo todo lo que te apasiona, lo que te hace sentir vivo y actúa en pro a la acción. Procura que tus objetivos y metas intermedias estén trazadas hacia lo lúdico y lo divertido.

Solo así podrás descubrir que cada día es una aventura y no una obligación; la motivación será tu endorfina natural diaria.

¡Sí, Señor! La apertura a nuevas experiencias y sensaciones es la puerta a la inspiración. La curiosidad que nunca se satisface invita a buscar y seguir motivado.

¿y a ti, qué te mueve?

Aquí te hemos dejado algunas cosas que puedes hacer para reencontrarte con tu energía motivadora. Recuerda que somos muy distintos y que cada uno de nosotros tiene un mundo interno, lleno de maravillosos tonos. Te invitamos a que te re-descubras y nos cuentes ¿qué te motiva?