Todos nos sentimos mejor tras una buena noche de descanso. Y cuando no lo logramos nos sentimos cansados, irritables, no cuesta concentrarnos… ¿Cuáles son los factores que influyen en el sueño? Aquí te lo contamos.
Darle demasiada importancia al sueño.
Aunque el sueño es realmente importante, el pensar en lo mal que nos vamos a encontrar si no logramos dormirnos e intentar forzar el sueño, va a conseguir precisamente el efecto contrario. Paradójicamente, sólo lograremos dormirnos si dejamos de intentarlo y nos dejamos ir al sueño.
Estar muy activo justo antes de dormir
Actividades como ver la televisión, usar el móvil, o hacer actividad física vigorosa justo antes de dormirnos pueden dificultar el sueño.
La alimentación
Las digestiones pesadas aunque es cierto que causan somnolencia, pueden dificultar el sueño o hacer que este sea más ligero. También influyen la ingesta de bebidas estimulantes, como la cafeína, el azúcar, el chocolate, o bebidas alcohólicas.
Incluso beber mucho líquido antes de dormir puede hacer que nos despertemos a menudo por la necesidad de orinar, dificultando luego el coger el sueño.
Tener elevados niveles de ansiedad o estrés
Cuando estamos ansiosos o estresados tenemos un nivel de activación general demasiado alto. Las preocupaciones constantes y dar muchas vueltas a las cosas, sin encontrar solución también dificulta el poder relajarnos y rendirnos al sueño.
Dormir en sitios incómodos
Dormir en lugares ruidosos, con mucha luz o donde hace demasiado frío, demasiado calor o un colchón incómodo, puede dificultar el quedarnos dormidos o mantener el sueño durante la noche.
Asociación de actividades activadoras con la cama o la habitación
A veces, si hacemos otras actividades en la habitación o en nuestra cama que no sean dormir o mantener encuentros eróticos, como trabajar, ver películas, o el simple hecho de mantenernos despiertos sin poder dormir, ese lugar puede asociarse a esas actividades activadoras. De esta manera, el lugar deja de asociarlo al relax y descanso, la misma habitación de forma automática puede mantenernos en estado de alerta.
Puede haber muchos otros factores que influyan en tu insomnio, como el jet lag, turnos en el trabajo, ciertos fármacos, o algunos trastornos del sueño. Si esto es algo que te preocupa no dudes en consultar a un profesional, como tu médico o psicólogo.
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