Se dice que los suspiros son una vía para llevar oxígeno a nuestros más profundos recuerdos. Pero en realidad, qué función tiene este acto mecánico fisiológico y que es muy frecuente en los seres humanos.
Muchos creen que el acto de suspirar se debe a algún asunto romántico, como que si al exhalar liberamos tristezas, el anhelo de un enamoramiento o el pesar de alguna añoranza. Suspirar para muchos, es un lenguaje, para algunos incluso alguna queja del alma. Pero la realidad en los suspiros es otra.
El suspiro, es un ¨proceso fisiológico decisivo¨. Suspirar es fundamental para nuestra salud pulmonar, así como también para la salud emocional. Nuestro cerebro necesita de los suspiros, muchos neurólogos definen el acto de suspirar como el proceso para un ¨reseteo mental¨. Y de esta forma, algo tan cotidiano como suspirar, es clave para el bienestar y salud de los seres humanos.
No sólo los seres humanos suspiramos, nuestras mascotas también suspiran.
Lo que si tenemos en claro es que, este mecanismo preserva la salud pulmonar y es de vitalidad para los humanos. Así mismo, si no realizáramos estas inhalaciones frecuentemente, moriríamos.
Aunque parece una frase trillada, el suspirar es vivir. Ahora podremos entender mucho mejor este proceso, considerado un reflejo vital. Se descubrió que tenemos en el tallo cerebral dos grupos pequeños de células nerviosas que dominan este proceso.
Este grupo de células, busca como objetivo principal controlar de forma automática el sueño, la frecuencia cardíaca y la respiración. Por lo que tenemos conocimiento que impulsa el mecanismo del suspiro.
Ahora bien, ¿con qué fin suspiramos?, suspiramos para prevenir que los alvéolos colapsen. Muchas veces, estos sacos pequeños están formados en los pulmones, que se encargan de controlar e intercambiar dióxido de carbono y oxígeno que se encuentran atascados.
Realmente los suspiros, realizan el inflado de estos alvéolos que se encuentran colapsados con mucho más aire del normal y así reactivan su funcionamiento. Si no se realizara este proceso, el ser humano sufriría una insuficiencia pulmonar.
En nuestro cerebro se activan diversos tipos de respiración, esto gracias a los neuropéptidos. Estos son los que interceden en los bostezos, la respiración normal, el llanto, la tos y la risa. Los suspiros se encuentran regulados por mucho más de 200 neuronas.
Los suspiros de seguro le parecían algo muy sencillo antes de leer este artículo, simples respiraciones profundas algunas veces asociadas con malestar emocional o tristeza. Pues ahora conocemos el rol de los suspiros y su papel de llenar de aire los alvéolos, y que no es su única función.
Los suspiros elevan su frecuencia cuando sufrimos estrés y también con algunas condiciones como esquizofrenia, trastorno bipolar, psicosis. Es decir, en cualquier estado emocional, sea de intensidad o no, aparecen los suspiros. Los suspiros liberan tensión y dejan ir parte de la tensión al sentir ansiedad por nuestro cuerpo y por la mente
Otros estudios realizados, nos brindan otra respuesta del por qué suspiramos, y este es establecer un equilibrio en nuestro cerebro. Es decir, hacemos como un formateo en la mente, llevando oxígeno a su parte interna y liberar lo negativo.
Esto nos deja en claro porque no evitamos los largos suspiros, nos vemos atrapados por la tristeza, la frustración, la decepción, el aburrimiento hasta la nostalgia. Suspirar no sólo beneficia llenando de aire a los alvéolos pulmonares, si no que produce una sensación de alivio mental, obtenemos calma, nos oxigenamos y nuestro cuerpo recobra su homeostasis.
Poner en práctica una respiración profunda en combinación con exhalaciones largas produce un efecto relajante y de calma.
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