Autor:
Psonríe
El pensamiento polarizado es conocido también como el pensamiento dicotómico, este consiste en hacer la realidad de una manera binaria, con una distorsión cognitiva producto de la necesidad de hacer la cosas más simples, sin graduaciones intermedias, encasillar la realidad, como por ejemplo engordas o adelgazas, tienes éxito o fracasas, etc.
El pensamiento dicotómico es un sobrante del pensamiento infantil, cuando el niño no tiene la capacidad de captar los matices y la gradualidad. Parece que en alguna área o que, de alguna forma, existe una fijación en el nivel de funcionamiento, donde se presenta una consecuencia en la organización cognitiva señalada por dicotomía del tipo, malo o bueno, incorrecto o totalmente correcto, falso o verdadero. La selección no perfecta, es etiquetada automáticamente como una desastrosa opción, no existe un término medio.
Las personas dicotómicas son aquellas que tienen un pensamiento con inclinación a lo conceptual de los aspectos de la realidad en los extremos, de lo que debería ser un contínuum, así se pierden infinidades de matices entre los dos polos. El pensamiento dicotómico es del tipo todo o nada, está en la base de las categorías estéticas y éticas (hermoso y feo, malo y correcto), así como de las actitudes extremistas. Por este motivo, el pensamiento dicotómico también se conoce como pensamiento polarizado.
Este tipo de pensamiento posee un conjunto de consecuencias, la más evidente es la realidad simplificada a la que se somete una persona al desperdiciar toda una gama de posibilidades.
Existe un alto nivel y tendencia de caer en la utilización de sesgos cognitivos, quiere decir, el uso de menores recursos en el procesamiento en el área de la información. La utilización del sesgo cognitivo, en ciertas ocasiones, es muy necesario, aunque una mala utilización en nivel elevado, es desadaptativo para una persona.
Este tipo de procesamiento de información, está considerado por algunos expertos de la psicología como una manera de razonamiento inmaduro y primitivo. Además, un individuo con una personalidad autoritaria, este tipo de personas suelen tener este tipo de características para relacionarse:
Un ejemplo simple y cotidiano para conocer un poco más cómo actúa una persona con pensamiento dicotómico, puede ser cómo afronta la ejecución de sus obligaciones y tareas. En vez de hacer estas tareas en diferentes días y fraccionarlas, querrán realizarlas todas al mismo momento, lo que genera un cansancio, frustración y estrés si no se logran realizar.
Un rasgo de este pensamiento es, van contra mí o conmigo, esto es, la representación de una personalidad autoritaria, se tiende a polarizar los pensamientos radicalmente a un nivel extremo. No se sabe distinguir cuáles son las alternativas que plantea la persona con la cual se tiene un debate.
La frustración y la perfección, hacen que la realidad se perciba de una forma distorsionada, cuando deben ejecutar todo de una forma perfecta rápidamente, porque si no sería todo una catástrofe. Estos pensamientos conllevan una tolerancia baja a fracasar y una frustración elevada con respecto a las expectativas.
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