El TDAH y la obesidad son trastornos que están relacionados por ejemplo en el aspecto de los inconvenientes que presentan para el control y planificación de los impulsos.
El TDAH es un trastorno de la atención, el control de impulsos y la hiperactividad. Generalmente, aparece durante la niñez y tiene una evolución crónica. Esto tiene un efecto muy negativo en el desempeño académico, social y ocupacional de quien lo padece. En la actualidad, se divide en tres tipos, inatento, hiperactivo y mixto.
En el caso de la obesidad, se define como una acumulación física excesiva y anormal de grasa que es nociva para la salud de las personas. Ambos trastornos pueden ocasionar problemas en el desarrollo de un niño generando consecuencias significativas en su desarrollo físico y social.
Unos de los aspectos en los cuales se relacionan estas dos patologías, es en las vías que se encargan de moderar el control de los impulsos, la susceptibilidad a la recompensa, el apetito y la saciedad. Aspectos que se ven afectados en la obesidad, la hiperactividad y el déficit de atención.
Otro aspecto que relaciona estos dos trastornos son las funciones ejecutivas, que son las relacionadas con el desarrollo apropiado de las tareas y actividades de la vida cotidiana, pues se ve muy afectada la capacidad de hacer planes y seguirlos, además también se afecta la inhibición. Esto trae como consecuencia problemas en el progreso de patrones de control y la actividad diaria de las personas.
Por otro lado, la sensibilidad de la recompensa también afecta las pautas alimenticias y de comportamiento ante situaciones cognitivas y físicas que causan problemas en el desempeño social. En estos casos se toman las rutas cortas, el poco esfuerzo, las actividades fáciles y rápidas sin tomar en cuenta las consecuencias de estas decisiones a futuro.
Muchos afirman que la autorregulación relaciona directamente el TDAH y la obesidad, pues esta tiene un efecto en el desarrollo de las funciones cognitivas y también sobre la regulación emocional.
Estos trastornos se pueden desarrollar desde factores como la separación de los padres que puede causar inseguridad y aumentar los factores de riesgo y por otro lado el bajo nivel educativo de los progenitores que pueden ocasionar una crianza inadecuada en cuanto a los hábitos alimenticios, de comportamiento, estudio y de salud muy poco adecuados que ocasionan un descontrol en el desarrollo correcto de las actividades y su ejecución.
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