La mentira se define como la afirmación que realiza una persona estando plenamente consciente de que es falsa. Dicho esto, la mentira tiene muchas caras y objetivos. Usualmente, representa un gran obstáculo, es algo que hay que reconocer e intentar evitar, y otras veces pasa a ser una opción más “viable” según las circunstancias, regularmente para eludir el hecho de hacer daño a un ser querido o personas allegadas. Independientemente de cómo sea, cada uno de nosotros probablemente ha dicho alguna mentira alguna vez por más pequeña o grande que pueda ser, y estamos conscientes de que puede llegar a ser la causa de muchas consecuencias.
Sin embargo, ¿Todas las mentiras son lo mismo? En realidad, no. Existen mentiras ‘piadosas’ para no dañar a una persona, mentiras dichas para conseguir un objetivo, y mentiras construidas de algo mayor. Por consiguiente vamos a presentarte los tipos de mentiras que pueden existir, que te puede ser de utilidad en tu cotidianidad:
Básicamente, son mentiras para hacer algún bien, que se dicen para eludir ser desagradables con otras personas, o las que se dicen para justificar algo sin mucha importancia como un olvido o al llegar tarde a un compromiso, etc. En esta categoría también entran las mentiras dichas sobre la existencia de Papá Noel, el hada de los dientes, el conejo de pascua, etc.
Se puede decir que las mentiras piadosas, son aquellas que tienen alguna justificación ‘perdonable’. Esto se debe a que la intención al decirlas es favorable, si nos dan un obsequio que realmente no nos gusta por algún motivo, y que es muy posible que jamás usemos. Probablemente, digamos una mentira como “Te lo agradezco mucho, me gusta mucho tu presente”. Esencialmente, se usa la mentira para no causar una herida sentimental a la persona por sus buenas intenciones hacia nosotros.
Romper promesas ciertamente es el fracaso definitivo para poder mantener un compromiso ya hablado, y se determinan porque existe una especie de contrato tácito. Las promesas que no se cumplen tienden a ser dañinas, ya que dan una esperanza a la otra persona, y termina causando sentimientos y emociones negativas.
Esto se refiere a narrar algún hecho ocurrido de una forma poco precisa, pero no se está consciente de que no son la verdad, por ejemplo, cuando recordamos alguna historia o queremos contar lo sucedido en el pasado, pero no nos acordamos muy bien de los acontecimientos. También en las redes sociales es muy regular ver noticias relacionadas con suposiciones aparentemente ‘ciertas’ pero que al final no cuentan con los detalles y usualmente suelen ser falsos, o simplemente la interpretación de los hechos fue totalmente errónea.
Las mentiras que decimos intencionalmente no tienen índole bondadosa, sino al contrario, se enfocan en el interés propio, tienen la característica de usarse para conseguir algo, como algún trabajo.
Muchas personas han mentido llenando su currículum de trabajo para aumentar las posibilidades de contratación en algún empleo. Ciertamente, estas mentiras no tienen por qué tener una mala intención, pero hay casos en donde las personas mienten con la intención de hacer daño a otra persona.
Estas mentiras son prácticamente inconscientes, está directamente relacionada con nuestras creencias e ideas, a razón de que se nos hace difícil ponerlas en duda. Y en ocasiones, resulta muy complicado aceptar situaciones y circunstancias de la realidad y elegimos mentirnos y eludir cualquier sentimiento negativo, para no tener que salirnos de nuestra zona de confort.
Tienen que ver más directamente con el efecto que causa una mentira, que la intención de la misma. Una de sus categorizaciones es que usualmente participa un grupo de personas. Un rumor es una indagación que no puede comprobarse, y que su certeza está en duda. Cualquier persona puede crear un rumor con o sin intención.
Por ejemplo, Un hombre llamado Fulanito fue a comprar un regalo de aniversario para su esposa (María) en una tienda, donde la dueña (Ana) resulta ser una gran amiga de antaño, y (Petra) una amiga de trabajo de su esposa que lo conoce hace poco, los vio despidiéndose con un abrazo y el con rosas en la mano. Sorprendida, llega a su trabajo, y le cuenta a otras compañeras que vio al esposo de María con otra mujer abrazados y con rosas en la mano. Por lo que sus compañeras empiezan a contar esos ‘hechos’ agregándoles sus propias ideas según lo que (Ana) les dio a entender, principalmente que Fulanito le es infiel a María. Luego los rumores terminan llegando a los oídos de María, en lo que ella, desconcertada al culminar su jornada de trabajo, llega a casa con la predisposición de preguntarle a Fulanito que es lo que está pasando y Fulanito termina explicando todo finalizando así dicho rumor. Probablemente, si dichos actores no tuviesen una buena comunicación, María hubiese llegado abofeteando a su esposo por infiel y perjudicando significativamente su relación. Asimismo, hay que tener en cuenta que un rumor con o sin mala intención puede dañar no solo a una persona, sino a todas las involucradas.
Probablemente, alguna vez te has encontrado con una persona que tiene la costumbre de exagerar las cosas que dice. Por ejemplo, que ha tenido la oportunidad de conocer a su artista favorito, y hasta lo invitaron a su camerino a pasar el rato. Cuando realmente quizás solamente fue a un concierto y lo pudo ver casi de cerca. Son historias relativamente ciertas, pero con detalles adicionales para causar sorpresa o impacto en otras personas.
Este tipo de mentira, también tiene una característica adicional que consiste en robar. Trata específicamente de apropiarse del trabajo de otro y presentarlo como si fuese de uno mismo, esta mentira es una acción que tiene consecuencias muy serias, existen personas que han perdido en sus estudios o trabajo, la oportunidad de crecer cuando descubren que sus calificaciones o cualidades se deben a un trabajo ajeno. Asimismo, como en el plagio existe la ‘intención’ se considera un acto de muy mala fe. Por este motivo es una de las mentiras más juzgadas.
Este tipo de mentira es la que se dice repetidamente, son causa de algún problema grave, como una muy baja autoestima, estas personas suelen necesitar atención. Asimismo, un mentiroso de esta índole suele decir mentiras aun cuando no necesite hacerlo, a pesar de que sea mucho más sencillo hablar con la verdad.
Una de las razones por las cuales resulta más dañina una mentira, es que generan una pérdida de confianza de la otra persona. Al exponer una mentira que nos hayan dicho, afecta el hecho de ya no poder discernir si la próxima vez será cierto. Y nos coloca en una posición de incertidumbre que a veces se torna agotadora, por tener que analizar cada cosa que la persona que nos mintió no dice.
Asimismo, la mentira puede llegar a causar un dolor significativo para muchas personas. Sin embargo, el más afectado a mediano o largo plazo es el mentiroso, por el hecho de que perderá la confianza de todos en su entorno, arriesgándose a quedarse solo. Las mentiras no son una buena opción para llevar a cabo en nuestro día a día, puede generar en otros el sentimiento de traición al ser engañados.
Si mantenemos nuestra vida basada en la mayor sinceridad posible, evitaremos la necesidad de mantener la perspectiva de los demás, de ser ‘doble cara’.
Las mentiras también pueden ser originadas por la baja autoestima. En las personas que se acostumbran a mentir existe el sentimiento de temor a no lograr sus objetivos, o se sienten vulnerables. Si solidificarse y forjamos una mejor autoestima dará como consecuencia obtener resultados muy positivos, aceptaremos que como seres humanos que no somos perfectos y tenemos derecho a equivocarnos como cualquier otra persona. Esto da un comienzo a afrontar las situaciones adversas que se nos presenten, influyendo positivamente en dejar las mentiras a un lado.
Aunque tengamos plena conciencia de que existen diferentes formas de mentir, regularmente podemos ser víctimas o autores de la misma. La mentira, al provocar como finalidad sentimientos negativos, trayendo consigo consecuencias negativas para los demás y para uno mismo, no nos permite poder estar tranquilos o con serenidad en nuestros pensamientos, originando cambios psicológicos o enfermedades que nos afectan.
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