Acoso laboral o mobbing: consecuencias psicológicas

¿Qué es acoso laboral?

El mobbing o acoso laboral es la tensión laboral realizada sobre un empleado, para lograr su renuncia. El acosador utiliza técnicas solapadas para evitar que lo descubran y pueda ser despedido, se vale de instantes a solas con la víctima para intimidar y ejecutar acciones crueles como por ejemplo: asignar tareas por encima de la capacidad intelectual o física, excesiva cantidad de actividades, amonestaciones y castigos por  causas insustanciales, negar los pases de salida o permisos solicitados por la víctima, exigir el cumplimiento de horarios más allá del establecido.

El mobbing se puede presentar entre los mismos compañeros y otras veces lo originan los supervisores y jefes para conseguir que la víctima abandone su puesto de empleo. Los agresores del mobbing, algunas veces son personas tóxicas y con psicopatologías delirantes, que los impulsan a dañar al sujeto y con ello satisfacer sus propios trastornos. Las víctimas generalmente son personas muy brillantes y talentosas en su campo profesional, por ello despiertan la envidia, debido a su carácter agradable y positivo. Pese a lo anterior, el mobbing va socavando psicológicamente las fortalezas físicas y buen ánimo del afectado. Esta situación es la precursora de la fatiga emocional y de la somatización de los problemas de mobbing.

Al principio la víctima de esta situación, no está en alerta del mobbing que le están haciendo, por considerar que los hechos forman parte de la cotidianidad laboral y que posiblemente ellos hicieron algo que causó la molestia del agresor. Incluso estando al tanto de esta terrible realidad, la víctima se encuentra en un estado de indefensión. La salida en estos casos es la denuncia  ante la Gerencia de la empresa e incluso ante la justicia. Antes de denunciar, la víctima debe recopilar todas las evidencias que tenga por escrito, videos, grabaciones, etc. Es importante destacar que el mobbing o caso laboral está penalizado por las normas internacionales del trabajo.

Consecuencias psicológicas del acoso laboral

Los empleados que son víctimas del mobbing presentan manifestaciones físicas y psíquicas que van mermando su capacidad para enfrentar, con fortaleza, los retos propios de cada nuevo día en su trabajo. Las manifestaciones frecuentes que experimenta una víctima del mobbing son:

A nivel personal: La autoestima personal va disminuyendo y siente pena por no poder cumplir con sus actividades propias y las exigencias de otros. Esta incapacidad desencadena periodos depresivos y mucha desesperación. La persona padece de fobias y temores para asistir a su sitio de trabajo. Los familiares no logran entender qué le sucede, porque la víctima del acoso no hace comentarios sobre su problema laboral. Se mantiene aislado, en reserva, con bajo apetito sexual, con alteraciones del humor, malestar estomacal, dolores de cabeza y de espalda, sufre de adicciones que antes no padecía y continuas crisis de insomnio, que impactan tanto a sus hijos como a sus parejas. Algunas veces estos trastornos son tan peligrosos que pueden terminar en suicidios.

A nivel organizacional, el mobbing produce: Una disminución en los niveles de productividad, desprestigio organizativo y mala imagen a nivel del mercado empresarial. Esto se debe a que los clientes atendidos por la víctima del mobbing reciben un trato deficiente e insatisfactorio. Las empresas se ven obligadas a asumir los gastos económicos, concernientes a las denuncias interpuestas ante los tribunales y sus pagos respectivos. Aumento de las bajas laborales y en consecuencia disminución de las horas de trabajo realmente efectivas. Incremento de los gastos por los padecimientos y emergencias de las víctimas, que son asumidas por la organización. Aumento en la rotación del personal y sus consecuencias negativas para la estabilidad de la plantilla laboral.

A nivel social y demográfico: Disminuyen los índices de la masa laboral productiva de una comunidad o estado. Disminuyen las capacidades de competencia de las empresas en los mercados internos o nacionales. Aumentó en las partidas de gastos de salud en la administración pública, por la gran cantidad de reposos, en incapacidades en la fuerza laboral productiva. Sobrecarga laboral del personal sanitario en los hospitales y centros de salud públicos y privados.