Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
Mucho se ha investigado sobre la lactancia materna o amamantamiento en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementaria hasta los dos años de edad.
Son conocidos los efectos de la lactancia materna en la salud del bebé; tales como: protección contra enfermedades infecto-contagiosas, prevención de alteraciones de la cavidad bucal, reducción de las probabilidades de sobrepeso y de diabetes.
El acto de amamantar tiene muchos otros beneficios, menos conocidos, pero muy importantes, en el desarrollo psico-social del bebé y en el bienestar de la madre. El amamantamiento produce un efecto de tranquilidad y calma en el bebé, reduciendo los niveles de estrés. La conexión entre la madre y el bebé, va a favorecer la seguridad básica que el niño va a necesitar para desarrollar la autoconfianza a lo largo de su vida, la cual le facilitará el ajuste psico-social que le permita establecer relaciones sanas. Además contribuye al desarrollo de la inteligencia y estimula la capacidad de independencia. Asimismo el destete de forma armónica, paulatina y en el momento adecuado, ayuda a establecer en forma ajustada las separaciones futuras.
Las madres que amamantan también se benefician en su salud: se protegen contra el cáncer de mama y previenen el cáncer de ovarios y la diabetes. Además se favorece la recuperación del peso ideal posterior al parto.
El amamantamiento favorece la autoestima de la madre, al sentirse con la capacidad de proteger, cuidar y acompañar a su bebé, hasta que pueda valerse por sí mismo; es decir, darse cuenta lo importante que es para su hijo. Esa experiencia satisfactoria entre madre e hijo hace crecer el amor entre ambos. Aquí es ideal la incorporación del padre, abuelos y otros familiares; quienes pueden convertirse en un factor de estímulo y apoyo a la madre.
Sin embargo, en ocasiones se observan situaciones no deseables que interfieren en los beneficios del amamantamiento. La falta de confianza de la madre en su capacidad de producir suficiente cantidad de leche; puede preocuparle e inhibir la fluidez de la misma. Asimismo, la reincorporación temprana al trabajo, excesivos roles que cumplir, conflictos personales internos, ansiedad, depresión, experiencias previas negativas, comentarios de terceros, problemas familiares o de pareja; entre otros, pueden generar dificultades en la hermosa tarea de amamantar.
Ante estas realidades, lo importante no es forzar las situaciones ni sentirse culpables sino buscar ayuda profesional.
Cuenta conmigo si lo necesitas.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir