¿Cómo afecta psicológicamente emprender?

¿Cómo afecta psicológicamente emprender?

El emprendimiento representa recorrer un extenso y enredado sendero que enriquecerá a la persona con muchos aprendizajes positivos; pero también con muchas frustraciones y complicaciones difíciles de superar. Por tratarse de la consecución de una meta personal, tendremos que apostar con todo nuestro esfuerzo físico y mental al éxito de nuestro emprendimiento. Esta apuesta conlleva el distanciamiento de muchos placeres cotidianos, para enfocarnos en nuestro negocio sin que nada nos detenga. Cuando un profesional decide emprender un negocio propio, se coloca al frente de una prueba que requerirá mucha madurez psicológica, más aún considerando que las estadísticas indican que de los nuevos e innovadores proyectos, solo un 95% alcanza el éxito.

Emprender quizá sea una de las opciones profesionales más complicadas y psicológicamente duras que existen.

Por ese motivo, muchos empiezan, pero solo unos pocos consiguen alcanzar medianamente el éxito.

Algunos de los atributos con las que debe contar un emprendedor son:

1. Entusiasmo e impulso: Es favorable estar consciente de que el proyecto a realizar será placentero y te llenará de ilusión.

2. Firmeza, tesón e inteligencia: Son elementales para no desalentarse ante las caídas y continuar adelante sacando las fortalezas internas durante las dificultades. El empeño y la constancia son grandes aliados para levantarse cuantas veces sea necesario y no olvidar o desistir de tu sueño.

3. Ingenio e innovación: Determinar qué es lo que hace diferente y mejor a nuestro negocio es una razón de peso al momento de captar nuevos clientes. Facilitarles toda la información y las bondades de nuestros productos los hará sentirse confiados.

4. Estudio de Factibilidad: A medida que nuestro proyecto vaya ganando aceptación entre los clientes; es recomendable analizar si contamos con los recursos suficientes, para cumplir con nuestra meta y su permanencia en el mercado.

5. Utilizar estrategias comunicacionales en el entorno social: El uso de las redes sociales para proyectar el emprendimiento y sus creadores será un factor importante al momento de darse a conocer.

La pasión de un emprendedor los puede llevar a trabajar 60 o 70 horas semanales. Esta misma pasión los hace olvidar que el descanso no es un lujo sino una necesidad. Lanzar un artículo nuevo, alcanzar los objetivos, llevar el control de las finanzas e incrementar las inversiones son funciones tan apasionantes que nos pueden nublar el juicio e impedir, que nos demos cuenta, de las señales de alarma emitidas por nuestro cerebro.

Una de estas señales puede ser: la fatiga mental causada por altos niveles de cortisol que a su vez desencadena dolores de cabeza, presión arterial alta, debilidad del sistema inmune, pérdida de masa muscular, ansiedad, trastorno del sueño, etc.

El emprendedor experimentará constantes fluctuaciones, que en algunos momentos lo hará pensar en el triunfo inminente y a toda costa, y otras veces que su proyecto no sirve para nada. La forma en que pensamos nos hará pasar por muchas fases con emociones positivas y negativas. La gran mayoría de los emprendedores han pasado por las siguientes fases: 

• Euforia: los ideales y expectativas de nuestro proyecto o servicio son tan elevados, que nos desviamos de la realidad. 
• Desilusión: Caer en cuenta que el sueño imaginado no era tan sencillo como parecía. Pensar que el producto no es tan preciado y por ende no se puede ofrecer.
• Miedo: Se inician los pensamientos hacia circunstancias desastrosas, como el rechazo por parte de todos los clientes.
• Reajustes: Evaluar el periodo de desilusión y aprovechar la ocasión para hacer las correcciones, luego de haber escuchado las diferentes observaciones o críticas realizadas por los clientes.
• Aislamiento mental o bloqueo: Ondas de pensamientos repetitivos que frenan el avance, porque hemos sido educados para evitar aquello que nos molesta, en vez de comprender el porqué de nuestro rechazo y cómo superarlo.

Todas estas situaciones mencionadas ocurren normalmente y el emprendedor está obligado a gestionarlas. Un buen manejo de la incertidumbre y contar con mucha inteligencia emocional, nos permitirá aprender a ver las oportunidades en los rechazos y contar con mejores soluciones. 

Se trata de un recorrido difícil; porque una voz interna les dice:  «Vas a fracasar», cada vez que piensan en su proyecto; pero también será vibrante por las vivencias que nunca olvidarás.