En muchas ocasiones, cuando se produce el despido laboral, suele haber un clima de crisis, tensión y angustia, que en ocasiones puede haberse prolongado durante varios meses.
En muchas ocasiones, cuando se produce el despido laboral, suele haber un clima de crisis, tensión y angustia, que en ocasiones puede haberse prolongado durante varios meses. Esta acumulación de tensión y angustia puede derivar en estrés, con alteraciones en el estado de ánimo, falta de concentración, nerviosismo y dificultades para dormir, como problemas para conciliar el sueño, despertarse temprano o tener pesadillas y sueños agitados. También pueden surgir síntomas como irritabilidad y falta de apetito.
Aun así, más allá de las consecuencias físicas, el despido laboral suele tener un impacto significativo en el bienestar psicológico de un individuo. Puede afectar a la autoestima, generando pensamientos negativos sobre uno mismo, como creer que no se es lo suficientemente valioso o que se es inferior a los demás. También puede provocar un bajo estado de ánimo y apatía. Adaptarse a la nueva situación de desempleo suele requerir un gran esfuerzo y energía, ya que se pasa de tener una ocupación fija durante muchas horas al día a enfrentarse a una jornada vacía de ocupación. Esto puede llevar a la desesperanza, la desilusión e incluso el enfado. En muchas ocasiones, esta situación no solo afecta a la persona directamente involucrada, sino también a su entorno cercano, que puede intentar ayudar, pero a veces no sabe cómo hacerlo.
Si el bajo estado de ánimo, la irritabilidad, las dificultades para dormir y otros síntomas persisten durante un largo periodo de tiempo, y la persona afectada y sus seres queridos sienten que no pueden manejar la situación por sí mismos, puede ser el momento de considerar la consulta con un psicoterapeuta. De esta manera, la persona afectada puede reflexionar sobre su situación y trabajar con un profesional externo a su entorno, con el objetivo de abordarla de manera más adaptativa y menos dolorosa.
Afrontar el impacto emocional ante un despido
El despido de un trabajo puede ser una experiencia abrumadora que desencadena una serie de emociones intensas. Desde la sorpresa y el shock inicial hasta la ira, la tristeza, la ansiedad y la preocupación por el futuro, el impacto emocional de un despido puede ser abrumador. Sin embargo, es importante saber que hay formas de afrontar y manejar estas emociones para poder superar esta difícil situación. A continuación, se presentan algunas estrategias útiles para enfrentar el impacto emocional de un despido:
- Reconoce tus emociones: Es normal y natural experimentar una amplia gama de emociones después de un despido. Reconoce tus emociones y permítete sentir sin juzgarte a ti mismo. Acepta que es normal sentirse triste, enojado, preocupado o asustado, y dale espacio a tus emociones para que fluyan.
- Busca apoyo: No tengas miedo de buscar apoyo emocional en amigos, familiares o profesionales de confianza. Hablar con alguien puede ser reconfortante y ayudarte a procesar tus emociones. Si sientes que necesitas más apoyo, considera la posibilidad de buscar la ayuda de un terapeuta o consejero.
- Prioriza el autocuidado: El cuidado personal es esencial durante momentos de estrés emocional. Asegúrate de dormir lo suficiente, comer bien, hacer ejercicio y practicar técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda. Cuidar de ti mismo física y mentalmente te ayudará a manejar mejor tus emociones.
- Acepta el cambio: Un despido puede representar un cambio importante en tu vida, y puede ser útil aceptar que las cosas han cambiado y que necesitas adaptarte a una nueva situación. Aceptar el cambio y buscar oportunidades en medio de la adversidad puede ayudarte a encontrar una perspectiva más positiva.
- Haz un plan: Después de un despido, puede ser útil hacer un plan para el futuro. Esto puede incluir la búsqueda de un nuevo trabajo, la actualización de tu currículum y perfil profesional, la adquisición de nuevas habilidades o la exploración de nuevas oportunidades laborales. Tener un plan puede darte un sentido de dirección y propósito.
- Mantén una actitud positiva: Aunque puede ser difícil, tratar de mantener una actitud positiva puede ayudarte a enfrentar el impacto emocional de un despido. Enfócate en tus fortalezas, logros y metas futuras en lugar de quedarte atrapado en la negatividad del despido.
- Aprende de la experiencia: Un despido puede ser una oportunidad para aprender y crecer. Reflexiona sobre lo que puedes haber aprendido de la experiencia y cómo puedes aplicar esas lecciones en el futuro. Esto puede ayudarte a transformar una situación negativa en una oportunidad de crecimiento personal y profesional.
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