Aparte de los muchos problemas que la COVID-19 ha generado a la población mundial y la más importante el confinamiento, ha desencadenado la agudización de varias patologías mentales, como por ejemplo, los que presentan trastornos alimentarios.
Durante el confinamiento la solicitud de ayuda por casos de Bulimia y Anorexia han aumentado considerablemente y por otro lado también han aparecido un gran número de nuevos casos con una mayor complejidad y gravedad.
Las causas del aumento de los casos de bulimia y anorexia durante la pandemia son principalmente, la disminución de movimiento y movilidad, el miedo exagerado a engordar y un mayor consumo de alimentos no saludables por estrés, angustia o sufrimiento.
Además, la falta de atención y el aumento de conductas obsesivas por el confinamiento también son una causa importante para la aparición de estas patologías.
Ya es una situación difícil y alarmante que antes de la pandemia los adolescentes y hasta niñas y niños de temprana edad se vean arrastrados por los estándares de belleza publicados en redes sociales, situación que se agravó de manera incontrolable durante la pandemia.
Una manera de evitar el riesgo de desarrollar este tipo de trastornos alimenticios es fomentar una alta autoestima en los niños y adolescentes, promover el compartir familiar, puede ser durante las comidas, minimizar el tiempo conectados al televisor y las redes sociales, supervisar las páginas a las cuales tienen acceso los niños.
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