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Siento que no me van a entender, me da pena hablar con ellos, van a decir que son cosas de la edad o estupideces, son algunos de los comentarios que expresan los adolescentes cuando padecen problemas relacionado a su salud mental. Muchos adolescentes solicitan ayuda psicológica; pero, a veces claudican de asistir a un profesional de la salud por miedo de comentarle lo que les sucede a sus representantes. La buena comunicación entre el adolescente y sus padres es un factor de protección que ayuda a la detección inmediata de problemas de alteraciones mentales, pero ¿cómo tener una buena comunicación con ellos? Bueno te invito a descubrirlo en este artículo.
Primero, es importante entender que la adolescencia es una edad de constantes cambios biopsicosociales y que se comprenden en tres etapas las cuales son la adolescencia temprana (10-13 años de edad) la adolescencia media (14-16 años de edad) y la adolescencia tardía (17-19 años de edad). Cada etapa tiene sus implicaciones y características particulares, y esto algo que debemos de tener en cuenta a la hora de comunicarnos con nuestros adolescentes.
Segundo, debemos despojarnos de los mitos y entender que los adolescentes no son personas renuentes a hablar. A ellos les gusta hablar, están interesados en conocer el mundo, sus emociones, vivir experiencias para sentirse vivos; y también, aunque usted no lo crea le importa mucho la opinión de sus padres.
Tercero, es importante conocer los gustos de nuestros adolescentes (música, juego, deportes, comida, etcétera), mostrar verdadero interés por lo que hacen y les gusta hacer, ya que esto ayuda a motivarlos. Si su adolescente le hace una pregunta que usted no pueda contestar, entonces no tenga miedo en decir que no sabe la respuesta y que pueden buscarla juntos, los adolescentes prefieren hablar con una persona que es honesta que con una persona que impresiona saberlo todo.
Cuarto, no minimice sus emociones y pensamientos, preste atención cuando expresan sus emociones y pensamientos, los adolescentes sufren de los avatares del día a día, se estresan por sus actividades académicas y sociales, se deprimen, padecen de ansiedad y otras alteraciones mentales, no haga caso omiso cuando este le diga que se siente mal, porque es un llamado de alerta que si usted desatiende puede ser fatal para su salud física y mental.
Por último, hágale saber que usted fue adolescente también y háblele de su experiencia, póngase en sus zapatos. Recuerde trate a su adolescente como a usted le hubiese gustado que lo trataran en la adolescencia.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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