Comportamiento verbal y no verbal en las entrevistas de empleo

Es importante prepararse para las entrevistas  laborales, desarrollando sentimientos de autoconfianza y serenidad que neutralicen la ansiedad y el temor al fracaso.

Con práctica suficiente se pueden desarrollar hábitos de comportamiento verbal y no verbal de forma natural que resulten favorecedores durante las entrevistas. La actitud del entrevistado debe ser de interés, positividad, seriedad y amabilidad. Es importante saludar y despedirse correctamente, mantenerse tranquilo y pensar que el puesto es suyo, procurando mantener empatía con el entrevistador, así como ser convincente a la hora de demostrar que se reúne los requisitos.

Recomendaciones para la entrevista de empleo

• Mantener buenos modales, cordialidad, seriedad y profesionalismo.
• Evitar impases con las personas que los atienden.
• Evitar temas políticos, religiosos y/o controversiales.
• Evitar hacer comentarios de otras personas, más aún si son negativos.
• Evitar el pesimismo, la negatividad.
• Evitar las mentiras y contradicciones.

Lenguaje corporal en la entrevista

El entrevistado también se expresa con su lenguaje corporal, reflejando: timidez, nerviosismo, hostilidad, dominancia, serenidad, perturbación emocional, entre otros. Los cambios bruscos en el movimiento corporal y en el tono de voz, pueden ser interpretados. La forma de saludar, el espacio entre el entrevistador y el entrevistado pueden sugerir agresividad o excesiva confianza y dejar en el entrevistador un sentimiento de incomodidad,  hostilidad o intimidación. El silencio también puede ser evaluado, puede indicar desconocimiento o inseguridad, pero permanecer callado para luego responder a una pregunta difícil o compleja, puede indicar seguridad. Lo importante es el dominio que se tenga de la situación.

Algunas interpretaciones del lenguaje corporal:

• Bostezar: aburrimiento.
• Juguetear o parecer distraído: falta de atención.
• Mirar constantemente el reloj: impaciencia.
• No mantener la mirada: incomodidad o evasión.
• Mantener la mirada en el piso: señal negativa.
• Sonreír ampliamente: seguridad.
• Sentarse derecho o ligeramente inclinado: seguridad.
• Hablar despacio: serenidad.
• Hablar rápido: nerviosismo o entusiasmo.
• Sonreír en exceso: deseo excesivo de agradar.
• Manos frías y sudorosas: nerviosismo.
• Hablar mucho y no escuchar: arrogancia.

Si se logra tomar conciencia de las respuestas corporales, éstas se pueden controlar. Si la ansiedad y/o inseguridad interfieren en el éxito en las entrevistas de empleo, es recomendable buscar ayuda profesional.