La Dismorfia de la Productividad ocurre cuando un trabajador tiene la sensación de que no está logrando o siendo lo suficientemente productivo, a pesar que sabe que ha dado todo en una tarea o trabajo.
La dismorfia de productividad ocurre cuando un trabajador tiene la sensación de que no está logrando o siendo lo suficientemente productivo, a pesar de que sabe que ha dado todo en una tarea o trabajo. Esto puede crear un sentimiento de fracaso, insuficiencia o insatisfacción por todo. Esto se convierte en una frustración constante por no alcanzar más, no puede ver sus propio logros y objetivos alcanzados, tornándose cada vez más obsesivo por ir más allá o trazarse metas más exigentes, causándole mayor ansiedad a la persona. Es una visión distorsionada de lo que hace y lo que ha logrado. Se convierte en una preocupación excesiva o compulsión por hacer más y más que no termina.
La dismorfia de la productividad puede afectar en mayor escala a las personas con algunas de estas variables:
- Workaholics o adictos al trabajo.
- Obsesivas y perfeccionistas.
- Con altos niveles de responsabilidad
- Competitivas o meticulosas.
- Con búsqueda de reconocimientos, entre otras.
Esta patología puede generar mayores conflictos en las diferentes áreas de su vida, ya que la persona pierde el balance de los tiempos, como lo es la familia, otras responsabilidades o su propio autocuidado. Así mismo, produce alteraciones emocionales como; Problemas de sueño, irritabilidad, dolores de cabeza, alteración de los procesos mentales como la atención o la concentración, y en algunos casos, consumo de sustancias psicoactivas.
La dismorfia de la productividad se puede trabajar de manera individual usando técnicas de terapia cognitivo conductual, abarcando las áreas desencadenantes como la creencia distorsionada de hacer más, el manejo de la frustración, las expectativas, el perfeccionismo y otras variables raíces desencadenantes. También se debe trabajar con las patologías que se desarrollaron a consecuencia, como la ansiedad u otras alteraciones.
Así mismo, los líderes, supervisores o empresa deben asumir la responsabilidad en cuidar la salud mental de sus empleados y generar el mejor ambiente laboral evaluando sus patrones o políticas.
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