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Realizar un trabajo posiblemente resulte agobiante, pesado y provoca salir del puesto de trabajo a cada minuto, en estos casos nos pueden llamar y retomar las actividades laborales o dejamos las actividades en pendiente. Pasar una mala noche por no haber atendido un llamado de trabajo o pasar las vacaciones pendiente del celular por hablar con el jefe, de no hacerlo creemos que al regresar al trabajo nos encontraremos con un lío tremendo. Estas situaciones, ¿se nos hacen conocidas?, es muy posible que estas actitudes y comportamientos den paso al síndrome del ejecutivo o workaholism.
Este síndrome representa la preocupación permanente por el trabajo, hasta el límite de que el resto de las áreas de nuestra vida se ven afectadas. Son personas que no logran desconectarse de su trabajo y disfrutar de su tiempo de ocio, así como su tiempo libre y tomar un descanso adecuado. Muy contrario a lo que se pueda pensar, su efectividad y rendimiento en el trabajo acaba siendo afectado. Presentar cansancio crónico, preocupación y ansiedad frecuente terminan causando daños a la salud, por lo tanto, el rendimiento en el trabajo también se ve afectado. El trabajo termina siendo una constante que influye en distintos aspectos de la vida de un individuo.
Una persona se hace adicta al trabajo, no precisamente por la calidad del empleo, es decir, el impulso o ganas de trabajar continuamente no es por percibir un estímulo para realizar una actividad placentera. El estado mental de una persona con síndrome del ejecutivo, es el estrés, aun así no se aleja de su actividad laboral, indicaremos algunas de sus causas:
La persona que muestra síndrome del ejecutivo, es incapaz de desconectar mental y físicamente de su trabajo, sea bien por acoso de la empresa o por compulsión. Si sumamos a este ritmo de vida las emociones obsesivas e intensas, se termina somatizando y produciendo los siguientes síntomas:
El estado mental termina afectando al individuo en su vida personal, es muy frecuente conseguir que el entorno de la persona reclame su atención hacia su compromiso laboral.
Muchas veces, algunas personas, llegan a pensar que de ser por sus jefes, estarían trabajando sin detenerse hasta el agotamiento, por el enfoque del incremento de la productividad. Así mismo, ninguna persona está libre de algunas influencias, como la de la sociedad, lo importante es aprender a ajustar los valores personales, dirigir el esfuerzo en trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Si el trabajo que realizamos es muy exigente, hay que saber identificar los síntomas de este síndrome para así enfocar la solución, aplicar el autocuidado y aprender a desconectar la vida laboral de nuestras otras actividades y vida familiar, esta es la clave, aprender a gestionar y desconectar.
Como todo, el síndrome del ejecutivo tiene ciertos grados, se vive con ansiedad, sin lograr dejar el teléfono a un lado, nuestro pensamiento vuelve a asuntos laborales, de ser muy intensa la situación, sería conveniente buscar un empleo nuevo. Lo cierto es que hay que buscar la forma de salir de esta situación, puede ser difícil, pero siempre se puede buscar la ayuda de un psicólogo, quien nos podrá orientar de la manera en la que podríamos dosificar aquello que creemos es más importante en la vida.
Queremos ayudarte a superar los problemas generados por el coronavirus. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
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