Estresores laborales: tipos y cómo nos afectan

Generalmente, el estrés se presenta cuando el trabajador observa un desequilibrio entre los recursos y las capacidades propias y los requerimientos del entorno. Un nivel sano de estrés, es aquel que le permite al trabajador, accionarse de manera rápida y precisa en la solución del requerimiento. Un nivel de estrés crónico, inhabilita y bloquea la capacidad de respuesta en el ámbito laboral, personal y hasta social. Es un trastorno que afecta toda su vida cotidiana.

Esta situación desmotiva y anula las intenciones de esfuerzo por parte del trabajador. El ambiente laboral de la empresa, es la referencia inmediata para medir el efecto de muchas enfermedades en los trabajadores. El estrés generado por las tareas que se desarrollan en la organización, lo convierte en una de las mayores amenazas para la salud a nivel mundial. Debemos tomar en cuenta que el estrés, está íntimamente relacionado con problemas cardiovasculares, malestar digestivo, cefaleas, hipertensión arterial, dolores musculares y óseos, ansiedad, depresión y problemas de insomnio.

Las organizaciones deben generar una producción sustentable y el hecho de tener bajo su responsabilidad un trabajador, con problemas de estrés, los obliga a tomar medidas urgentes, para abordar con profesionales de la psicología esta problemática.

Existen diversas causas por las que un trabajador puede presentar estrés; una excesiva carga de trabajo, una remuneración deficiente que no compensa las asignaciones laborales, un ambiente laboral tóxico, etc.

Hay innumerables razones para este trastorno y cada persona las padece de diversas maneras, llegando incluso a no reconocerlas con precisión. No obstante, existen tres sectores básicos, dentro de los cuales se originan los factores estresantes, estos son los relacionados con: el puesto de trabajo, la organización y el propio trabajador.

Estresores laborales relacionados con el puesto de trabajo

El terreno donde interactúan los tres sectores antes mencionados contribuyen al desarrollo de los estresores laborales. A continuación abordaremos los problemas que se producen en relación con el puesto de trabajo:

Inseguridad laboral.

Un empleo inestable y eventual es un epicentro de angustia y estrés.

Altos niveles de razonamiento.

Las actividades laborales, que demandan ininterrumpida concentración mental, ocasionan desgaste y estrés.

Control deficiente de su actividad.

El empleado no puede programar su agenda de actividades diarias y más aún cuando depende de otras personas para cumplirlas.

Empatía y coherencia dentro de la organización.

El desconocimiento del impacto de su labor dentro de la empresa, provoca frustración y estrés al pensar que su trabajo no tiene importancia.

Vínculos con otros departamentos.

Las relaciones tóxicas y conflictivas con otros departamentos o compañeros de trabajo, provocan estrés agudo y problemas más graves. 

Inestabilidad en los turnos laborales.

Causa desequilibrios en la higiene del sueño y por ende en la salud física y mental.

Estresores laborales relacionados con la empresa

Dentro de los factores estresantes relacionados con la empresa se pueden citar los siguientes:

Duplicidad de roles

Es característico de las grandes corporaciones, sin estructura y roles definidos. Los trabajadores no entienden dónde comienza y dónde culmina su rol laboral.

Supremacía de unos departamentos sobre otros.

La falta de visión y misión, que enlace a todas las gerencias en un mismo norte empresarial, genera discordias entre los departamentos.

Clima laboral tóxico.

Sin duda alguna, cuando el trabajador está rodeado de compañeros intolerantes y conflictivos, los niveles de estrés constituyen una amenaza a la salud mental y física.

Deficiente estructura de comunicaciones.

Cuando los líderes ocupan altos cargos gerenciales y no existen técnicas y sistemas adecuados de comunicación, que alcancen hasta los niveles más bajos, puede haber errores, mucha confusión y estrés.

Estresores laborales relacionados con la personalidad del trabajador

Finalmente, y en virtud de la importancia que tiene para la empresa, el temperamento del trabajador para abordar y administrar las dificultades; mencionaremos algunos de los factores estresantes, derivados de la personalidad del trabajador:

Gestión de sus emociones.

La capacidad de controlar los sentimientos negativos o positivos de la vida laboral, puede representar una debilidad o una fortaleza para la salud mental.

Reconocimiento del otro.

La capacidad de ser solidario con el otro y comprender cómo se siente, contribuye a bajar los niveles de estrés.

Entusiasmo ante los retos.

Realizar el trabajo con esmero y eficacia, ayuda a encontrar el sentido de lo que se hace y alivia la carga de estrés.

Flexibilidad y límites.

Realizar el trabajo meticulosamente y con precisión, constituye una satisfacción personal; pero es necesario establecer límites para no pasar al perfeccionismo estresante, considerando que ya las tareas han sido realizadas positivamente.

Ingesta sana de alimentos, dormir bien y actividad física.

Los tres representan excelentes hábitos de una vida sana. Todos contribuyen al control del estrés de forma contundente.