El concepto de carga mental femenina se refiere a una serie de tensiones provocadas en una persona por las exigencias del esfuerzo emocional y mental en un ambiente determinado.
El concepto de carga mental femenina se refiere a una serie de tensiones provocadas en una persona por las exigencias del esfuerzo emocional y mental en un ambiente determinado. Si bien, en la actualidad la sociedad está sufriendo un cambio considerable en las actividades del hogar esta incidencia la llegan a experimentar más mujeres que hombres.
El origen de este término se encuentra en el entorno laboral y la prevención de riesgos en el puesto de trabajo. Está relacionado con el esfuerzo mental que se necesita para realizar algunos trabajos, y que pudiesen afectar el bienestar físico y psicológico.
La gestión de múltiples actividades familiares y domésticas con roles comúnmente asumidos por las mujeres han originado que la carga mental se presente mayormente en ellas que en los hombres. Entre las actividades relacionadas con el cuidado del hogar y las tareas propias de su entorno personal y laboral, podemos mencionar: mantenimiento del hogar, salud, alimentación vestimenta, mantenimiento de las relaciones sociales, familiares y laborales.
Es importante tener un seguimiento constante que permita evaluar y monitorear la carga mental a la que cada género se encuentra sometido para evitar consecuencias negativas como la fatiga mental, con disminución de la capacidad de concentración y de atención. A su vez, desde el punto de vista emocional pueden presentarse molestias como nerviosismo, tristeza, frustración e irritabilidad, aumentando de esta forma la probabilidad de cometer errores o sufrir accidentes en su entorno laboral, personal o familiar.
Los principales factores que acentúan la carga mental en la mujer, se encuentran en el ámbito familiar y doméstico.
Existen actividades y tareas que provocan una considerable sobrecarga y esfuerzo psicológico pero no son de fácil reconocimiento como las relacionadas en el entorno laboral. En el entorno familiar y doméstico, la mayoría de las responsabilidades recaen en la mujer, considerándose una obligación propia de ella misma, con las consecuencias y costos para su bienestar y salud.
La gestión de los trabajos referentes al cuidado familiar y doméstico, implica tener e integrar una gran cantidad de información, con un notable esfuerzo psicológico y con la intervención de recursos y procesos cognitivos como la concentración, atención y memoria. Al mismo tiempo, las responsabilidades y los esfuerzos que ameritan realizar otras actividades fuera del entorno familiar pueden ocasionar presión y un alto nivel de estrés.
Las tareas en el ámbito familiar y doméstico generan carga mental porque:
- Es un trabajo poco gratificante.
- No es un trabajo reconocido.
- Produce un sentimiento de sobrecarga y estrés.
Sin embargo, es recomendable aplicar cuatro estrategias para minimizar la carga mental:
- Examinar las normas y roles de género que pueden estar afectando a cada individuo, en especial a la mujer.
- Identificar si las estrategias para solucionar los problemas más comunes son eficaces, y cambiarlas si no son las más apropiadas.
- Analizar la vigencia de las ideas y creencias, ya que pueden estar perjudicando el desenvolvimiento en el entorno laboral, personal o familiar.
- Practicar una comunicación asertiva para expresar nuestras opiniones y sentimientos.
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