La autoestima es la manera en que tenemos de valorarnos a nosotros mismos. Se trata de una percepción subjetiva en base a nuestras propias habilidades, logros, defectos y virtudes.
La autoestima es la manera en que tenemos de valorarnos a nosotros mismos. Se trata de una percepción subjetiva con base en nuestras propias habilidades, logros, defectos y virtudes. Una autoestima saludable se forma cuando la evaluación que hacemos de nuestras capacidades y valía es positiva. Disponer de una buena autoestima favorece nuestro bienestar emocional porque nos ayuda a respetarnos a nosotros mismos y a relacionarnos mejor con los demás.
La autoestima se va formando a lo largo de la vida basándonos en diferentes factores, como son las experiencias personales y las relaciones interpersonales, así como la interpretación que hacemos de las mismas.
Es importante destacar que la autoestima no es algo estático, varía en función de las nuevas experiencias y aprendizajes que vayamos acumulando con el tiempo y de cómo gestionamos esos nuevos desafíos. Por tanto, mantener una autoestima saludable es importante para preservar nuestra salud mental y cuando no es así, puede afectar muy negativamente a nuestra vida.
En los casos en que existe una baja autoestima se pueden desarrollar problemas de salud mental como depresión, ansiedad, soledad o estrés crónico. Es por ello, que mantener una autoestima funcional es esencial para mantener nuestro bienestar emocional.
Síntomas de Baja Autoestima
Aquellas personas que hacen una evaluación de sí misma negativa suelen padecer alguno de estos síntomas:
1.- Autocrítica excesiva: se juzgan de manera negativa y severa.
2.- Incapacidad para recibir cumplidos: al tener una visión de sí mismos tan negativa, piensan que no son merecedores de las felicitaciones de los demás.
3.- Autocomparación: sensación constante de que siempre habrá alguien mejor.
4.- Inseguridad: falta de confianza en sí mismas que debilita la creencia de la capacidad de sus habilidades y de su toma de decisiones.
5.- Temor a fracasar: su miedo a cometer errores es muy intenso, de ahí que en muchas ocasiones eviten asumir riesgos.
6.- Necesidad de reconocimiento externo: como son incapaces de una validación interna positiva, la buscan constantemente en los demás.
7.- Aislamiento social: al tener una percepción tan negativa de sí mismos, consideran que no pueden ser de ninguna manera valiosos para los demás y temen el rechazo social.
Además de esta sintomatología, es común que en los contextos donde se desarrolla una baja autoestima, surja un patrón conocido como “Ciclo de Retroalimentación Negativa”, en el que los propios individuos sabotean sus propios éxitos, sintiéndose incapaces de recibir elogios y cayendo en procesos de generación de pensamientos y emociones negativas que no hacen más que reforzar y perpetuar la visión tan negativa que tienen de sí mismos.
Como se puede comprobar, el impacto en la salud mental es muy profundo, pudiendo afectar a muchos aspectos de la vida de una persona, manifestándose tanto a nivel personal, interpersonal o laboral. Esa sensación continua de inseguridad en sí mismos, pueden llegar a impedir las oportunidades de desarrollo personal y generar dificultades para establecer relaciones saludables, que pueden predisponer al individuo a padecer importantes trastornos mentales, como ansiedad o depresión.
Por tanto, es importante cuidar de nuestra salud mental, dado que la autoestima no se mantiene estática en el tiempo, sino que evoluciona sobre la base de nuestras contextos y circunstancias y como resultado debemos trabajar para mejorarla.
Recursos para fortalecer una Baja Autoestima
Aquí se muestran algunas de las herramientas que se pueden utilizar para trabajar en la mejora de una autoestima funcional, pero no olvides que buscar ayuda de tus familiares, amigos, y si es necesario, no dudes en acudir a un profesional.
- Cuestiona tus pensamientos autocríticos: cuando aparezcan este tipo de pensamientos, pregúntate a ti mismo si son realmente ciertos, ¿qué evidencia los respaldan? Intenta argumentar si verdaderamente muestran tu realidad.
- Identifica tus capacidades: escribe una lista con las habilidades y cualidades positivas con las que cuentas y en las que reconoces tu valía.
- Visualización positiva: dedica unos momentos para visualizarte a ti mismo obteniendo éxito en aquello que para ti es importante.
- Refuérzate: con cada logro que consigas, por muy pequeño que sea, celébralo y valóralo como algo que ha dependido de ti, de tus habilidades y capacidades.
- Atrévete a equivocarte: como se dice popularmente, “nadie nace aprendido”. En muchas ocasiones, aprendemos sin equivocarnos, pero no suele ser el caso, lo más normal es que aprendamos porque hemos cometido un error y si somos capaces de verlo como una oportunidad, puede convertirse en una nueva adquisición de conocimientos.
- Abraza tus imperfecciones: acéptate como eres y observa la belleza en cada una de tus singularidades.
- Practica la gratitud: piensa en cada una de las cosas buenas que tienes en tu vida, y da las gracias mentalmente por cada una de ellas. Escribe un diario con ellas si quieres. Esto te ayudará a enfocarte en las cosas positivas de tu vida.
Y no olvides que aumentar la autoestima es un proceso complejo y continuo que requiere tiempo y esfuerzo. No hay que desanimarse si los resultados no aparecen de forma inmediata. Ten paciencia y con dedicación y constancia, se puede conseguir fortalecer esa autoestima para que se forme sólida y saludable.
Queremos ayudarte a mejorar tu autoestima. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor
qué la provoca: