Incremento del burnout durante la pandemia

En muchos países el área de trabajo se ha convertido en todo un tema, debido a los cambios que trajo la pandemia a nuestros estilos de vida, afectando nuestra rutina de trabajo, ejecución de tareas, adaptación, nuevos procesos, carga o sobrecarga de trabajo, cambio de la oficina a la casa en varios sectores industriales, entre otros factores. Lo cual significativamente afectó a muchas personas en su vida laboral.  

Por eso, cuando hablamos de “Burnout”, se refiere a una respuesta inadecuada de defensa al estrés laboral crónico. La pandemia provocó y desarrolló síntomas que forman parte del conjunto de esta enfermedad, algunos de los más presentes durante estos meses han sido:  

• Cambios en el estado de ánimo  
• Agotamiento mental  
• Falta de energía y menor rendimiento  
• Dolor y rigidez muscular  
• Exposición a un grado alto de atención al público, clientes o usuarios  
• Jornadas extendidas a más de 10 horas  
• Falta de comunicación con sus jefes o compañeros y  
• Baja remuneración salarial  

Es importante resaltar que no se debe confundir con estrés laboral, sino que, a diferencia del síndrome de Burnout, existe una continuidad en el tiempo. Así como actitudes y sensaciones diferentes al estrés laboral, por ejemplo, el estrés laboral produce una excitación en la ejecución e involucramiento activo, en cambio el síndrome de Burnout, hay más una actitud de desesperanza y abandono emocional.    

La persona debe estar atenta a sus propias sensaciones corporales, emocionales e identificar cualquier problema psicológico que ha estado experimentando a causa de su trabajo. Mientras más pronto la persona acuda a un profesional de la salud mental, la recuperación será más efectiva y evitará el incremento de gravedad a su propia vida como comúnmente lo es un trastorno de depresión.  

Si te has identificado con algunos de los síntomas mencionados anteriormente, es importante que puedas acudir a la ayuda de un profesional de la salud mental, el cual te pueda evaluar y diagnosticar a través de los instrumentos psicológicos e iniciar un plan de tratamiento adecuado a tu condición. Recuerda que es nuestra propia responsabilidad cuidar nuestra salud mental y así evitar afectar a las personas en nuestro entorno familiar y laboral.