Cuando ponemos límites, es hacer respetar nuestras necesidades, deseos y derechos, transmitiendolos de una manera firme y sincera
Muchas personas sobrecargadas de trabajo, mostrarán niveles de malestar, estrés y ansiedad muy elevados. Esta situación es uno de los motivos más comunes donde las personas no tienen la habilidad de poner un límite en el trabajo, situación que afecta nuestra salud física y psicológica. Cuando se logra establecer límites razonables, estaremos ayudándonos a conservar las buenas relaciones con jefes, compañeros y con nosotros mismos. Los límites permiten que tengamos una mejor productividad y eficiencia, alcanzando experiencias positivas y muy agradables en nuestro puesto de trabajo.
Cuando ponemos límites, es hacer respetar nuestras necesidades, deseos y derechos, transmitiéndolos de una manera firme y sincera, siempre respetando a las personas que nos rodean. Esto puede parecer una cosa muy fácil, pero la verdad es que establecer límites no es una tarea sencilla para muchas personas. La habilidad de establecer límites, está relacionada con nuestro entorno, el género, la educación, cultura, experiencias de vida y otras variables psicológicas, tales como gestión de las emociones, autoestima, miedo al rechazo, la autoexigencia, entre otros.
Lograr establecer límites en el trabajo, requiere de algunos factores, necesitamos valorarnos, aceptarnos y tener consciencia de cuáles son nuestras limitantes, así podremos mantenernos firmes en nuestras opiniones, respetando siempre a los demás. Adicionalmente, no se debe confundir el hecho de establecer límites con dar un castigo o ser egoísta. Los límites en el trabajo siempre se deben establecer desde el respeto a los demás, demostrando que son límites para mantener lineamientos positivos. De no lograr poner los límites necesarios en el trabajo, puede existir una explosión de manera agresiva, sin ningún tipo de asertividad.
Un motivo importante que evita que una persona establezca límites en su trabajo es el miedo a que nos despidan por hacer valer nuestros derechos, y debamos estar sometidos a parámetros impuestos. Este factor nos lleva a situaciones estresantes, y que muy seguramente derivan en una baja laboral.
Importancia de poner límites en el trabajo
Aprender a establecer límites es una labor importante para estar bien enfocados en nuestro trabajo. Estos límites son para evitar caer en situaciones extremas, y son alertas tan básicas como levantar una mano cuando se tiene mucho estrés por una gran carga laboral. Una manera de establecer límites es limitar el horario laboral, saber desconectarse para tener tiempo libre y disfrutarlo, delegar tareas a los compañeros de trabajo, evitar que nos contacten fines de semana o en nuestro tiempo de descanso, saber decir no, es saber establecer límites. Otros límites en el trabajo que podemos tomar en consideración son los siguientes:
Saber lo que valemos.
Sentir que no valemos y no somos suficientes, se debe eliminar de nuestros pensamientos. El trabajar más horas y pasar más tiempo con disponibilidad y asumir demás, son hechos que agotan, no se puede asumir todo. Trabajar por encima de las posibilidades que tenemos, hace que nuestro cuerpo lleve un ritmo insostenible, causando agotamiento físico y mental. Por esto es muy importante trabajar en nuestras emociones de culpa, miedo al rechazo y autoestima. Hay que aprender a identificar nuestras necesidades y en qué aspectos laborales debemos poner límites.
Aprender a comunicarse asertivamente.
Si comunicamos nuestras necesidades y pensamientos de una forma insegura, minimizando o disculpándose, es alimentar una comunicación poco asertiva, debemos aprender a comunicarnos, respetando a los demás, siendo claros, directos y firmes, sin emitir críticas hacia otras personas.
Los límites deben ser coherentes.
Hay que ser consecuente y coherente con los límites que marcamos. No es conveniente establecer un límite de no puedo, para luego ceder porque, tal vez, no hay nadie más disponible para realizar un trabajo. Marcar límites puede ser una tarea difícil, pues esta decisión está unida con otros factores psicológicos, como la culpa, la autoestima, el miedo, etc.
Si no se aprende a definir límites en el trabajo, seguramente vivamos emociones como tristeza, rabia o ira, problemas en la toma de decisiones, sensación de descontrol o problemas para escuchar nuestras prioridades y necesidades. Así mismo, podría perder importantes oportunidades, lo que nos haría perder las ganas, la motivación y ser menos productivos. Si no establecemos límites y respetamos nuestras ideas, tiempo, nuestros deseos, necesidades, espacio, muy probablemente terminemos con mucha sobrecarga laboral, con el riesgo de sufrir de trastorno de ansiedad, estrés crónico, burnout, trastorno de depresión, falta de autoestima, entre otros.
Si no logramos establecer límites en el trabajo, podemos buscar ayuda de un profesional de la psicología que pueda indicarnos el camino a seguir, identificando porque se nos complica aplicar estos límites en el trabajo y ayudándonos a crear herramientas asertivas.
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