El avance constante de la tecnología, está impactando y transformando los métodos tradicionales de trabajo.
El avance constante de la tecnología está impactando y transformando los métodos tradicionales de trabajo. Diariamente, a nivel mundial la robótica se encarga de ejecutar las actividades que hacen los trabajadores. Esta situación hace pensar en la posibilidad de que los robots se apropien de nuestros trabajos. No obstante, los robots solo se encargan de ejecutar aquellas actividades repetitivas y carentes de especialización o técnicas para su ejecución.
Es lógico que las organizaciones asuman innovadores métodos para generar recursos que favorezcan el aumento de los mercados e impulsen el progreso de las sociedades. La tecnología ofrece la posibilidad de insertar nuevas tareas, aumentar la producción y contribuir con la prestación de servicios públicos de calidad. Es muy posible que los niños estudiantes de los primeros años de educación, cuando sean profesionales adultos, tengan que desarrollar trabajos que hoy en día son inexistentes.
Como podemos observar, se trata de una desafío que debe ser atendido urgentemente a nivel educativo y de salud, por tratarse del valor económico relacionado con las habilidades profesionales de una persona. Esta inversión en la capacitación de su población, por parte de los Gobiernos del mundo, les permitirá participar y competir en las economías futuristas.
A pesar de lo descrito anteriormente, existe un gran número de países que no están asumiendo inversiones en la capacitación y actualización tecnológica de sus pueblos. Estudios realizados por el Banco Mundial, a través de su Proyecto de Capital Humano, han concluido que aquellos países con bajo nivel de inversión en su capital humano; serán impactados con la disminución de un margen comprendido entre un tercio y la mitad de su fuerza productiva en la próxima generación de trabajadores. Mientras que los países que sí están invirtiendo, en lograr una población con buena salud y una educación de óptima calidad, obtendrán un capital humano altamente competitivo de cara al futuro.
Los países en desarrollo, cuentan con una gran cantidad de personas, sin ningún tipo de resguardo médico o asistencial. El motivo es que alrededor de 2.000 millones de ellos, se encuentran laborando informalmente, sin la seguridad de un sueldo estable, sin acceso a planes de salud ni planes educativos. Esta situación tiende a agravarse con las nuevas formas de trabajo online.
El Banco Mundial también ha divulgado: El Informe sobre el desarrollo mundial 2019, que luego de siete meses de su publicación, obtuvo mucha receptividad por miles de catedráticos, técnicos, burócratas y lectores a nivel mundial. El informe detalla aspectos relacionados con el impacto cambiante que están generando las tecnologías de automatización y digitalización en las empresas; las posiciones de los países, en cuanto a inversión en capital humano y la creación de mecanismos para inculcar un mayor conocimiento y preparación tecnológica, a la gran masa laboral de la economía informal, con la intención de que puedan obtener mejores empleos y puestos de trabajo.
Los conocimientos y la preparación profesional, lograda en los centros de estudios universitarios y tecnológicos, guardan una estrecha relación con el nivel de intelecto de cada persona. Sin embargo, existen estudios científicos, que determinan varios tipos de inteligencias, tales como: musical, intrapersonal, matemáticas y lógica, lingüística, naturalista y pictórica, etc. Estos tipos de inteligencia van de la mano con las habilidades denominadas “blandas”. Las habilidades blandas son aquellas cualidades que nos permiten conectarnos en forma emocional e interpersonal, en cualquier ámbito de una organización empresarial e incluso de nuestra vida diaria.
Las habilidades blandas son fortalezas o virtudes que nos permiten desempeñarnos en cualquier campo laboral. Apuntan a lo emocional e interpersonal como parte fundamental para un buen desempeño en las áreas de una empresa. Es importante destacar que las habilidades blandas son congénitas, pero cualquier persona las puede desarrollar. Los conocimientos profesionales nos permiten solucionar aspectos técnicos; pero cuando se presentan estos inconvenientes, se producen urgencias que generan estrés y desesperación. Es allí cuando entran en juego las habilidades blandas, permitiendo un manejo inspirador y empático, a pesar de las dificultades que esté atravesando el equipo de trabajo, en ese momento.
Las habilidades blandas exigen un franco y honesto compromiso que incluye apertura mental y deseo de mejorar nuestro temperamento. Hay que observar qué cualidades nos permiten conectar con los demás y sentirnos bien con nosotros mismos. Una vez descubiertas esas cualidades requieren dedicación para desarrollarlas con mucha inteligencia emocional y paciencia. Si es necesario apoyarnos con un profesional de la psicología. Potenciar estas habilidades en las personas, forma parte de los retos que contribuirán con una mejor preparación, para asumir satisfactoriamente los empleos del futuro.
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