Miedos anticipatorios y su relación con la autoestima

Los miedos anticipatorios son aquellos que creamos en nuestra mente y esperamos lo peor de situaciones concretas, personas, de nosotros mismos, el ambiente u otras personas. Pueden ser exagerados, erróneos, distorsionados e incluso ilógicos. Existen miedos anticipatorios hacia eventos, pero la gran mayoría están relacionados hacia la misma persona, es decir, sus incapacidades. Las causas de estos miedos pueden incrementar o esperarse si la persona ha pasado por situaciones similares en el pasado y teme que vuelvan a ocurrir.

 Sin embargo, se dice que a mayores conflictos de autoestima, mayor la probabilidad de aparición de ansiedad, y es por eso que el autoconcepto, y el propio valor de persona juega un papel principal en estos tipos de temores.

Miedos a demostrar algo, expectativas de fracaso, sentimientos de inferioridad, inseguridad personal, exceso de perfeccionismo, autoexigencia, fracasos del pasado, carencia de refuerzos positivos y pobre autoconcepto, pueden alimentar la existencia de los miedos anticipatorios.

No existe una edad específica para la aparición de estos miedos; sin embargo, normalmente son desarrollados y provienen de la infancia, los cuales si no son trabajados forman un adulto con baja autoestima y miedos anticipatorios.

La forma de cambiar y modificar estas formas de creencias, es a través de la recuperación de la autoestima, identificación o reconocimiento de patrones de pensamientos comunes, mayor atención y estimulación de sus cualidades positivas y reducción de pensamientos obsesivos o fijos en lo negativo (“visión de túnel”), cambio de creencia y cuestionamiento de las anticipaciones negativas, evitación de conclusiones negativas precipitadas proyectadas al futuro, y afirmaciones.

A través de la terapia se ofrece las mejores herramientas de acuerdo a las capacidades de cada persona y un acompañamiento personalizado y cercano para lograr con mucha paciencia la desaparición de estos miedos.