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Levantarse en las mañanas y pensar en las actividades que tenemos pendientes por realizar al llegar a la oficina, puede resultar satisfactorio y motivador para algunas personas; pero para otras puede ser algo tedioso y desalentador.
Cuando los trabajadores realizan tareas y proyectos, con los cuales se cumplen sus expectativas de desarrollo profesional, económico y personal, estamos en presencia de seres humanos con altos niveles de motivación. El esfuerzo y la acción realizada, se proyectan hacía la obtención de la anhelada recompensa.
Este impulso puede ser originado por diferentes tipos de incentivos o estímulos laborales, como por ejemplo: las posibilidades de ascenso, la conexión con los gerentes o altos directivos, el grato clima laboral y la resiliencia laboral.
Un trabajador motivado representa un poderoso recurso laboral que contribuye al incremento en la productividad y en un mejor clima organizacional. Es una persona con un alto nivel de entrega. Sus habilidades están dirigidas a la conquista de resultados muy rentables y en el menor tiempo posible. Su felicidad crea un impacto agradable y transmisible en todo el entorno organizacional.
Actualmente, las empresas destinan cuantiosos recursos financieros, para lograr avances tangibles y sustentables en mejorar la motivación laboral. Es lógico saber que contar con trabajadores motivados, impactará directamente en los resultados financieros de la empresa.
Estudios recientes demuestran la existencia de dos tipos de motivación laboral:
Puede ser determinada por un aumento de sueldo, una certificación o distinción oficial, una promoción a un cargo superior.
Se determina en la fuerza interior de cada persona y en su impulso de lograr algo por satisfacción propia o personal.
Ambas fuentes motivacionales tienen un impacto positivo en la satisfacción laboral; pero los estímulos originados con la motivación interna pueden ser administrados y controlados por nosotros mismos.
La motivación es esa fuerza vital y energizante que se apropia de nuestra mente, cuerpo y espíritu. Cuando queremos algo que nos apasiona, buscamos las mil y un maneras de conseguirlo. Nuestro punto de vista, se proyecta en forma real y clara. Tenemos conciencia de los posibles impedimentos a superar y aún así, seguimos adelante, confiados en nuestras fortalezas internas.
Este influjo motivacional impacta favorablemente en los siguientes aspectos:
Superar la desmotivación laboral, requiere de un gran impulso personal, para conectar con nuestras fortalezas internas y tener el suficiente autocontrol, para despedir las cargas emocionales negativas. Se trata de una situación que requiere ser resuelta, por la inquietud que origina. Los recientes informes estadísticos indican que del 100% de la fuerza trabajadora mundial; al menos un tercio se encuentra desmotivada en su trabajo.
El conocimiento de esta falla, por parte de las organizaciones empresariales, ha despertado las alarmas. Se trata de un problema que perjudica a trabajadores y empresas por igual. Las empresas están utilizando herramientas y aplicaciones para medir el grado de desmotivación de sus plantillas laborales. Estiman determinar cuáles son las debilidades, para poder abordarlas y evitar, entre otras cosas: el ausentismo laboral, los cambios de empleo y lógicamente el bajo rendimiento laboral.
En la organización, existen eventos que impactan negativamente en el ánimo y la atención de tus trabajadores, estos pueden ser:
Queremos ayudarte a superar los problemas generados por el coronavirus. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
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