Las actitudes y capacidades son importantes al momento de analizar y juzgar a los candidatos que aplican a un cargo dentro de una empresa
¿Qué actitudes psicológicas evaluar en un entrevistado?
Las actitudes y capacidades son importantes al momento de analizar y juzgar a los candidatos que aplican a un cargo dentro de una empresa y así poder seleccionar a aquellos que cuenten con los requisitos mínimos de experiencia y formación solicitados, en las actitudes de trabajo es donde realmente se fundamente el resultado para otorgar un puesto de trabajo dentro de una organización.
Las personas que poseen un currículum apropiado para un puesto de trabajo pueden ser menos productivas si su estilo y ajuste emocional en el trabajo no es compatible con el contexto profesional del empleo. El conocimiento de esto lo poseen los reclutadores de Recursos Humanos de una organización, estos suelen dar mucha importancia a la actitud que muestran los aspirantes a un cargo dentro de la empresa.
Si los candidatos a un puesto de trabajo muestran actitudes inapropiadas, su selección al cargo puede ser relegada a un tercer o segundo puesto de los mejores candidatos, incluso puede costarle la expulsión del proceso de selección. Los reclutadores de Recursos Humanos se especializan en reclutar a un trabajador por sus méritos y luego de estos por sus actitudes y valores, este proceso suele ser lento y algunas veces no se da con el perfil del candidato óptimo para el cargo. La consideración de todos estos elementos actitudinales cada vez es más tomado en cuenta que deben estar presentes desde el primer momento en cada candidato antes de la aprobación de su acceso a la organización.
Motivación
La fuente esencial que nos moviliza a lograr lo que deseamos se le llama motivación. Este factor es importante cuando se asiste a una entrevista laboral, pues será, sin duda alguna, tomado en consideración durante todo el proceso de entrevista para la selección del candidato. Los otros aspectos que se pueden evaluar a un candidato en una entrevista de trabajo son, entusiasmo, actitud, lenguaje corporal, convicción, y tono de voz.
La primera característica es la motivación, esta es primordial pues el candidato debe mostrarse con ganas e ilusionado de dar lo mejor de sí para obtener ese puesto de trabajo. Esto siempre será algo que le guste a una empresa, este hecho es positivo y beneficioso tener dentro de una organización un empleado con ganas de trabajar y con buena actitud clara y positiva. Otra actitud que es muy considerada es la iniciativa, ese candidato que posee la cualidad y capacidad de dar ideas nuevas y proponer mejoras a cada proyecto en el que está involucrado, es un aspecto muy bien valorado, caso contrario con un candidato pasivo y que se pone limitaciones, no será tan valorado. Este perfil de profesional se dedicará únicamente a cumplir su horario laboral por cumplir.
Actitud
Los valores y la actitud de cada profesional es la mejor carta de presentación. Si estos dos encajan con la filosofía de una organización, el profesional ya tendría asegurados unos puntos a favor y habrá dado pasos importantes para conseguir su meta. Las personas que disponen de un currículum “apropiado” pueden ser menos productivas de lo deseado, si su estilo y carácter de trabajo no son compatibles con las funciones de la empresa. Cada vacante de trabajo tiene unos requerimientos específicos donde se deben aplicar ciertas actitudes, aún así, existen algunas que son típicas en todos los casos.
El candidato debe mostrarse durante la entrevista amable y dispuesto, es importante para que sea tomada en serio su postulación y con el deseo de obtener el puesto. Mostrar que desea cooperar con un ambiente de trabajo positivo y adecuado y que su desempeño va a contribuir con su equipo de trabajo. Se debe mantener siempre una actitud educada donde se refleje la confianza en uno mismo en ejercer las funciones del puesto de trabajo. Como último detalle, adoptar una actitud proactiva y comprender que la entrevista se puede convertir en una conversación fluida de trabajo. La clave es la manera de transformar lo habitual en un diálogo, no dejarlo en una simple pregunta-respuesta, mostrar la facilidad que se dispone para aportar a la empresa y a propuesta de soluciones.
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