Las emociones dejan su impronta psicofísica en el organismo, y esto se entiende y aprende con el tiempo.
Los niños y adolescentes suelen manipular si quieren llamar la atención y esto lo pueden realizar a través de las quejas somáticas. Son muchos los niños y adolescentes que manifiestan tener dolor muscular, dolor de estómago, dolor de cabeza, entre otros, sin tener una causa real de su aparición. Estos dolores inexplicables se deben identificar correctamente, detectar si son dolencias por causa de estrés, cansancio, ansiedad o alguna patología de alguna enfermedad. Las emociones dejan su impronta psicofísica en el organismo, y esto se entiende y aprende con el tiempo.
En estas situaciones, los padres deben saber responder a las necesidades de sus hijos y detectar estos comportamientos somáticos. El niño o adolescente puede estar cansado de tantos deberes escolares, pasar mucho tiempo frente a una pantalla, lo cierto es que muchas veces estas quejas somáticas no son bien atendidas ni entendidas, hay que ser sensible a todos los cambios que muestran los niños y adolescentes.
Manifestación de las quejas somáticas
Las quejas somáticas en los niños y adolescentes, deben ser matizadas, estar seguros de que no son a causa de alguna enfermedad orgánica. Es decir, los análisis y pruebas médicas no arrojan resultado de cuál es la causa de los síntomas y molestias que presenta el niño o adolescente. De las quejas somáticas más frecuentes podemos mencionar:
- Constante cansancio.
- Vómitos y náuseas.
- Dolor muscular.
- Cefaleas.
- Dolor de estómago.
- Enuresis.
- Pesadillas e insomnio.
- Alteraciones intestinales.
- Taquicardia o palpitaciones.
- Inapetencia.
Las quejas somáticas, en niños y adolescentes, casi siempre van acompañadas con problemas escolares, como conductas desafiantes, disruptivas o bajo rendimiento.
Causas de las quejas somáticas
Los síntomas de somatización, pueden aparecer de forma inesperada, cuando aparecen, se manifiestan de una manera estable por un periodo aproximado de 6 meses a 2 años. Estos síntomas afectan directamente a la calidad de vida del niño o adolescente, en especial, si no se tiene un problema latente que lo ha desencadenado. Cuáles son los factores y causas que podrían hacer que aparezcan estas enfermedades sintomáticas:
1. Ansiedad
Las presiones que rodean a los niños y adolescentes y les producen ansiedad, ha sido comprobado, por diversos estudios realizados, que detrás de estas quejas somáticas existen trastornos de ansiedad marcados. Según estos estudios, también indican que la edad en la que son más frecuente estos síntomas somáticos es a partir de los 12 años, edad donde esta sintomatología se hace más frecuente, intensa e invalidante. La exigencia y presión académica hacen que se proyectan en ellos sensaciones de angustia, en donde, en algunos casos, llega a ser descontrolado.
2. Depresión
La depresión está infradiagnosticada en los niños y adolescentes, y por ende descuidada clínicamente hablando. Esto es una realidad que preocupa, pues los casos de suicidios y conductas autolesivas se van incrementando sobre todo en los adolescentes. También se debe considerar, que detrás de este problema pueden estar problemas familiares, situaciones de acoso escolar, separación de los padres, incluso algún impacto nocivo por las redes sociales.
3. Maltrato familiar
Una de las primeras causas de las quejas somáticas en niños y adolescentes es el maltrato familiar, desatención y abusos. Padecer este tipo de situaciones modifica por completo el desenvolvimiento y desarrollo de los menores en todo nivel de su vida, neurológico, cognitivo, emocional, etc.
4. Personalidad
Hay muchos niños y adolescentes que presentan una personalidad perfeccionista y autoexigente. Así mismo, hay menores que son muy tímidos y tienen tendencia a somatizar. También es típico que el hecho de crecer y criarse en ambientes familiares autoritarios y rígidos hace que los niños y adolescentes desarrollen una personalidad que interioriza sus ansiedades, preocupaciones y miedos. Esto tarde o temprano conlleva a malestares físicos y molestias generales.
La detección temprana es la clave en estos casos, se debe estar atentos a los cambios que muestran los niños y adolescentes en su cambio de humor y conducta, a malestares físicos que no tengan un origen específico. Estar atentos a las quejas que realizan los menores, muchas veces no quieren netamente llamar la atención, y sus quejas pueden tener una base emocional.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: