Un adulto promedio dedica más tiempo a su trabajo que a cualquier otra área de su vida, volviéndose fundamental la construcción de un entorno laboral que le permita al trabajador mantener un buen nivel de bienestar y salud mental.
El trabajo es una de las piedras angulares en la actual sociedad humana. Un adulto promedio dedica más tiempo a su trabajo que a cualquier otra área de su vida, volviéndose fundamental la construcción de un entorno laboral que le permita al trabajador mantener un buen nivel de bienestar y salud mental. Una actividad laboral satisfactoria es aquella que contribuye a que el trabajador le pueda dar sentido a su actuar diario, mejore su salud, nivel de autoestima y estatus socioeconómico.
Según la OMS, la salud mental es “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Por tanto, a nivel laboral, las empresas deben enfocarse en los factores que mejoren el bienestar de sus trabajadores y prevengan la proliferación de patologías mentales.
Cuando se habla de bienestar y salud mental en el trabajo, indiscutiblemente se debe hacer referencia a los factores de riesgo laboral. Estos están divididos en dos grupos: intralaboral y extralaboral. Los factores de riesgo intralaboral están relacionados con todo lo que sucede dentro del espacio de trabajo, véase todo lo relacionado con el espacio físico como tal o a los procesos interpersonales y de relaciones de poder.
Un factor de riesgo relacionado con el espacio físico puede ser la ausencia de un extintor de incendios, que evidentemente pone en riesgo la vida de los trabajadores ante una amenaza de incendio. Pero, este mismo factor de riesgo también puede afectar a nivel psicológico, ya que si un trabajador se hace consciente de la ausencia de dicho extintor, puede sufrir un aumento en sus niveles de ansiedad, y por ende afectar su salud mental.
Otro ejemplo, más enfocado en las relaciones intrapersonales y de poder, sería la carga excesiva de trabajo impuesta por un jefe hacia un empleado. Se debe recordar que las tareas que se le asignan a un trabajador siempre deben estar dentro de sus funciones y amoldarse a la disponibilidad del mismo. Si a un empleado se le asigna una tarea que requiere 4 horas de trabajo, este debe tener disponible esas 4 horas dentro de su horario laboral, en caso de no ser así, se incurriría en abuso de poder y esta sobrecarga traería consigo aumento en los niveles de estrés, afectando directamente la salud mental.
En cuanto a los factores de riesgo extralaborales, son aquellos que los trabajadores tienen en un entorno externo al laboral. Por ejemplo, un problema en el ámbito de la pareja puede afectar el estado emocional de un empleado, lo que a su vez se puede reflejar en una baja en su rendimiento.
La Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo hace una serie de recomendaciones prácticas para fomentar la salud mental dentro del entorno laboral. Estas recomendaciones son:
- Desarrollo de mecanismos que permitan la flexibilización con respecto a los horarios y espacios de trabajo
- Mejora de los entornos de trabajo y procesos de participación de los empleados en las mismas por medio de comunicación asertiva.
- Implementación de programas deportivos y actividades de promoción de estilos de vida saludable.
- Fomento del desarrollo personal y profesional por medio de capacitaciones y oportunidades de crecimiento en la compañía.
Por lo tanto, la presencia de salud mental en el trabajo es un elemento fundamental para asegurar el bienestar laboral de los empleados, y que puede ser promovida teniendo en consideración los factores de riesgo laborales. El fomento de la salud mental en el trabajo traerá consigo un aumento en la productividad de la compañía, por ende, un mayor beneficio.
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